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Criminalidad

Cada tres meses matan a un niño como Cristian

David asesinó a su hijo de 11 años. Es el segundo menor víctima mortal de la violencia de género de este año. Pero desde 2013 ya son 29, a los que hay que sumar los cometidos por ellas o por ambos progenitores.

La madre del menor asesinado abrazando a un ser querido larazon

David asesinó a su hijo de 11 años. Es el segundo menor víctima mortal de la violencia de género de este año. Pero desde 2013 ya son 29, a los que hay que sumar los cometidos por ellas o por ambos progenitores.

En cinco días se han producido cuatro asesinatos de violencia de género. El último, el de un niño de tan solo 11 años en la localidad de Beniel (Murcia). Un hombre de 39 años asesinó a su hijo pequeño antes de entregárselo a su madre. Los hechos, de los que se tuvieron conocimiento ayer, se produjeron el pasado jueves. El padre, David S. O. asestó varias puñaladas a su hijo y después de ahorcó. David tenía denuncias previas. En concreto, estaba condenado por un delito de coacciones hacia la madre de la que se había separado por lo que se le puso una orden de alejamiento de su ex mujer, medida que quebrantó el pasado mes de junio. Pese a que personas de su entorno llegaron a insinuar que David tenía ideas suicidas y pese a la nueva condena por quebrantamiento de dicha orden, a él le dejaban estar con sus hijos. De hecho, no tenía orden de alejamiento del menor.

Las alertas saltaron cuando pasadas las 20:30 horas no devolvió al pequeño a la madre. Tras la llamada de la progenitora, agentes de la Policía Local y de la Guardia Civil acudieron hasta la vivienda del padre. En un principio no pudieron acceder. La puerta del inmueble estaba cerrada por dentro. Una vez allí, según explicaron fuentes consultadas por este periódico, se encontraron al menor sobre un charco de sangre, fruto de «varias puñaladas que recibió». Otras fuentes precisaron que «al menos fueron tres puñaladas». El cuerpo de «Cristian estaba en el pasillo de la vivienda». En otra habitación, en la cocina, hallaron al padre ahorcado.

Cristian es el segundo menor en lo que va de año asesinado por su padre como venganza hacia la madre. El 23 de abril Thomas, un ciudadano alemán de 43 años, acabó presuntamente con la vida de su hijo de 10 años y de su mujer Silvia a golpes en una cueva de Santa Cruz de Tenerife. Quien dio la voz de alerta fue el hijo pequeño de ambos de tan solo cinco años, que, desorientado fruto del medio por lo que acababa de ver se encontró con una vecina de La Quinta y afirmó que su padre había pegado a su madre y a su hermano.

El de Murcia tenía denuncias previas, el de Tenerife no. El de Murcia se suicidó después; el de Canarias, no hizo tentativa según los datos de la Delegación de Gobierno para la Violencia de Género, aunque declaró a la Guardia Civil que estada adormilado tras haber ingerido unas pastillas. Pero ambos tienen en común que son unos maltratadores y asesinos, capaces de acabar con las vidas de sus hijos para causar el mayor dolor posible a la madre y a la familia de ella.

Desde 2013, año a partir del cual se empezaron a recoger estas víctimas en la estadística oficial de violencia de género, 29 niños han sido asesinados por sus padres. Es decir, más de cuatro menores asesinados cada año o lo que es lo mismo uno cada tres meses. Seis en 2013, cuatro en 2014, cinco en 2015, uno en 2016, ocho en 2017, tres en 2018 y dos en lo que va de año, según los datos del Ministerio de la Presidencia.

Víctimas invisibles

Ahora bien, se trata solo de los menores asesinados por los padres como venganza hacia sus progenitoras. La lista, desgraciadamente, es muy superior, pues hay que sumar menores asesinados por sus madres, menores asesinados por sus madrastras o novias de los padres (como el caso del pequeño Gabriel) o menores asesinados por su padre y madre. «La violencia hacia la infancia es ejercida en la mayoría de los casos por adultos de su entorno más cercano, principalmente y por incomprensible que parezca, a manos de sus padres o madres. Así, según los datos del Ministerio del Interior, en el año 2017 –las cifras de 2018 están previstas que sean publicadas el próximo mes de agosto– la Policía registró 4.875 denuncias por violencia contra menores de edad en el ámbito familiar», recuerda Ana Sastre, directora de Sensibilización y Políticas de Infancia de Save the Children.

Sin embargo, «no hay registros oficiales de cuántos niños, niñas y adolescentes son asesinados en España», precisa Sastre. En la ONG llevan un recuento basado en las muertes de menores que trascienden públicamente. «En 2018 se produjeron 22, computando también aquellas resultantes del suicidio tras casos de acoso escolar u otro tipo de violencia entre iguales. Y en lo que llevamos de año ya son 17 los menores asesinados». Según este conteo no oficial, de los 17 de este año, diez presuntamente por su padre o madre o por ambos, y de los 22 menores fallecidos en 2018, 18 fue por el padre o por la madre o madrastra.

A ellos se suman el resto de motivos violentos. Así, según los datos facilitados por el Ministerio del Interior, en 2017 murieron por homicidios dolosos o asesinatos consumados 14 menores de edad; en 2016, 15, en 2015, 19, en 2014, 23, y en 2013, 18».

Urge una Ley Integral

Por todo ello, urge «una Ley Integral que proteja a los menores de la violencia. En la actualidad, fallan las medidas de protección, las medidas de prevención y las de reparación. Cuando haya denuncia por violencia de género o doméstica hay que extremar las medidas y mientras no se aclaren las circunstancias asegurar que ese niño está en un entorno seguro. No se puede dejar a un menor en un entorno violento. Con una denuncia se deberían parar las visitas. Hay que expandir lo hecho en violencia de género, crear observatorios para la protección de la infancia. Urge hacer una revisión», concluye la directora de Sensibilización y Políticas de Infancia de Save the Children. En definitiva, hay que primar el interés superior del menor.

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