Sociedad
Caso Diana Quer: Vuelve la pista de los feriantes
La Guardia Civil se centra en los dueños de las atracciones que estaban en A Pobra cuando desapareció Diana y en vecinos del pueblo y de las inmediaciones. El análisis de los teléfonos sigue abierto.
La Guardia Civil se centra en los dueños de las atracciones que estaban en A Pobra cuando desapareció Diana y en vecinos del pueblo y de las inmediaciones. El análisis de los teléfonos sigue abierto.
La Guardia Civil no ha abandonado nunca la investigación sobre los teléfonos «coincidentes» con el de Diana Quer, de la que hoy se cumplen cinco meses de su desaparición, según han informado a LA RAZÓN fuentes conocedoras del caso. «En estos momentos, trabajan en este apartado de las pesquisas el mismo número de agentes que fueron destinados desde el primer momento, lo que demuestra la importancia que se le da a esta línea de trabajo», agregaron.
Poco a poco, tal y como ha adelantado este periódico, los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) y de la Unidad de Policía Judicial de la Comandancia de La Coruña, han ido reduciendo el número de teléfonos cuyos titulares pueden ser considerados como sospechosos.
Lo que ocurre es que los datos que han obtenido no son suficientes para presentar a una persona ante el juez con la evidencia de que está relacionada de forma indubitada con la desaparición de Diana. Y lo que es verdaderamente importante, conocer el paradero de la joven madrileña.
Por ello, es necesario seguir las pesquisas de las relaciones, movimientos y otras circunstancias de esos individuos hasta dar con la pista que permita a la Guardia Civil detener al que se considere como posible autor o coautor de la desaparición que, por los datos que se poseen, parece que fue forzada.
La investigación de los teléfonos ha conllevado que otras líneas de investigación que, en principio, parecían abandonadas, permanezcan ahora abiertas y sobre la mesa de los agentes, entre ellas la de los feriantes que se encontraban en A Pobra de Caramiñal cuando se produjo la desaparición; y sobre determinadas personas de la localidad y de otras cercanas.
El asunto de los feriantes, por razones que nunca se llegaron a explicar, apareció desde el primer momento como ajeno al caso. Sin embargo, los investigadores de la Guardia Civil no lo han descartado en ningún momento.
Es cierto que algunas de estas personas que habían montado las atracciones en A Pobra, al ser entrevistadas por diversos programas, entre ellos «Espejo Público» de Antena 3, manifestaron una aparente seguridad y firmeza en el sentido de que nada sabían del asunto con el que, según decían, no podían ser relacionados.
Uno de ellos manifestó incluso que los agentes de la Guardia Civil jamás les habían preguntado si habían conocido a Diana Quer pero sí que les habían pedido en reiteradas ocasiones la documentación.
«Yo pregunté por qué me pedían el DNI –señaló un feriante– porque me resultaba curioso que lo hicieran no sabiendo para qué es y al final me dijeron que estaba relacionado con la desaparición y les dije que se la daba (la documentación) tantas veces como quisiesen». El entrevistado aseguró que él tuvo constancia del hecho cuatro días después de producirse el hecho, precisamente cuando comenzaron a responder a las preguntas de los agentes.
Como justificación, añadió que en su profesión ven a más de mil personas al día, que lógicamente no se quedan con todas las caras y que los feriantes de la zona tenían «la conciencia tranquila».
La Guardia Civil, por razones operativas pero que pueden estar relacionadas con tráfico telefónico de aquella noche, no ha abandonado nunca esta pista ni las pesquisas que se siguen sobre determinadas personas de A Pobra de Caramiñal y otras localidades cercanas.
«Nos encontramos con una desaparición en que no contamos con la persona o su cuerpo, en el caso de que hubiera fallecido, y las investigaciones tienen las limitaciones que conlleva esta circunstancia», subrayaron las fuentes consultadas.
Lógicamente, los agentes tienen que establecer hipótesis de trabajo en función de los datos que se poseen, la mayoría de ellos provenientes del citado tráfico telefónico, ya que los testimonios que se han ido prestando, en los primeros días y al cabo de muchas semanas, como fue el caso de unos pescadores que creyeron ver a Diana en un paraje de Rianxo, no tienen la suficiente consistencia.
Una furgoneta al estilo «hippie» fue confundida con una autocaravana. Los datos que se pueden ofrecer con carácter inmediato a los investigadores se prestan a equivocaciones sin mala fe con el paso del tiempo.
Casos abiertos
En estos momentos, la Guardia Civil trabaja en varios casos de desapariciones, como la de Manuela Chavero en Monesterio (Badajoz), el niño Jeremy Vargas, en Vecindario (Gran Canaria) o la propia Diana Quer. Lo hace bajo las órdenes de la autoridad judicial competente y en todos los supuestos los agentes van acumulando datos que señalan a los posibles sospechosos.
En este tipo de acciones criminales, dar por «resuelto» un asunto sin dar con el desaparecido o su cuerpo, como ocurrió con Marta del Castillo, supone, en especial para los familiares, dejar el caso «abierto» por más evidencias que se puedan acumular contra el individuo o individuos a los que se considera culpables. Por ello, cuando no se consigue resolver con carácter inmediato, el factor tiempo, por duro que parezca, no es lo más importante, sino completar la investigación con la entrega a esos familiares de la persona hallada y si por desgracia ha sido asesinada, de su cuerpo.
✕
Accede a tu cuenta para comentar