Cambios climáticos
Ocho espacios naturales españoles, sensores del cambio climático
Ocho espacios naturales españoles actuarán como sensores de una red pionera en el estudio del cambio climático que analizará cómo ese fenómeno global influye en el clima español y se manifiesta con cambios a una escala local.
La altura a la que condensan las nubes en El Hierro, la duración de la lluvia matinal en el Delta del Ebro o el crecimiento de la vegetación en las dos laderas de la Sierra de Gredos son algunos de los fenómenos locales cuya relación con el cambio climático estudiará el proyecto ClimaDat, desarrollado por el Instituto Catalán de Ciencias del Clima (IC3) con financiación de la Obra Social "la Caixa".
"Queremos ver cómo la variabilidad del clima, cómo lo que pasa en el Ártico se manifiesta aquí en espacios extremadamente sensibles al cambio climático", explicó el coordinador científico del proyecto, Josep Anton Morguí.
La cuarta estación de seguimiento de ClimaDat se sitúa en Hoyos del Espino (Ávila), en el Parque Natural de la Sierra de Gredos y acaba de ser inaugurada con la colaboración de la Fundación Patrimonio Natural de Castilla y León.
Se prevé que las ocho estaciones de la red estén operativas en julio de este año en el Delta del Ebro, en dos parques naturales de Ourense, en el parque natural de Valderejo (Álava), en el parque de las Sierras de Cazorla, Segura y las Villas (Jaén), en la Sierra de Grazalema (Cádiz) y en la isla canaria de El Hierro.
Morguí comentó que la elección de la Sierra de Gredos, junto con el cercano Valle de Iruelas, se debe a la existencia de una "frontera bioclimática", a cuyos lados la vegetación crece de forma desigual debido a las precipitaciones.
La medición constante de las variaciones en las concentraciones de dos gases de efecto invernadero -dióxido de carbono y metano- y en las condiciones meteorológicas permitirá arrojar luz sobre los efectos del cambio climático a escala local.
"Trataremos de capturar con alta frecuencia y alta precisión cualquier fenómeno que por su variabilidad nos pueda dar información sobre el clima", explicó el científico del IC3.
El aire pasa por un tubo a una sala donde se somete a muy bajas temperaturas -hasta menos setenta grados- para conseguir el máximo secado, eliminar el vapor de agua, y poder detectar los gases con precisión.
Una de las claves del proceso es la medición de un gas radiactivo emitido por la tierra de forma natural, el radón, que gracias a sus conocidos tiempos de desintegración desvelará la procedencia de la masa de aire que pase por Gredos en cada momento.
Se trata, según sus impulsores, de "tecnología punta hecha a medida para este proyecto".
Morguí aseguró que el ClimaDat, que cuenta con una financiación de seis millones de euros para cinco años, es "una red única en el mundo"por su interés en comprender cómo el cambio climático se manifiesta a una escala regional y local, y cómo a su vez el clima regional da forma a ciertas situaciones meteorológicas concretas.
Los datos del proyecto estarán disponibles libremente tanto para investigadores como para el público general, porque la divulgación juega un papel muy importante en ClimaDat.
Según Morguí, los hechos científicos "deben formar parte del discurso popular"para conseguir "impulsar el debate en un tema que es crítico".
Unos paneles informativos en la casa del parque de Hoyos del Espino enseñarán a los visitantes cómo una multitud de factores interrelacionados influyen en el cambio climático, y así un aumento de las emisiones acaba afectando al precio del pescado que ponemos en nuestro plato.
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