Moscú

Se cumplen 56 años del lanzamiento de Laika al espacio

El 3 de noviembre de 1957 la agencia espacial soviética lanzó al espacio exterior a la perra Laika, que se convertiría en el primer ser vivo en órbita. En plena guerra espacial con Estados Unidos, esta misión se planificó en apenas unos meses y se considera precursora de los vuelos tripulados.

Un mes después de que la URSS se adelantara a la NASA con el lanzamiento del Sptutnik 1, el primer satélite artificial, decidía poner en órbita a un ser vivo. Para ello, seleccionaron a varios perros de las calles de Moscú a los que sometieron a diferentes pruebas y entrenamiento.

Los requisitos eran que el can pesara menos de 6 kilos y midiera alrededor de 35 centímetros de altura, para poder entrar en el Sptutnik 2. Esta cápsula se construyó en menos de un mes y no contaba con cápsula de retorno, por lo que se sabía que Laika no regresaría nunca a la Tierra.

El animal iba atado con un arnés para contrarrestar los efectos de la ingravidez y fue alimentado con gelatina. Además, la cabina contaba con un inhibidor de dióxido de carbono y con un generador de oxígeno, así como con un ventilador que se activaba cuando la temperatura superaba los 15 grados centígrados.

Laika sólo sobrevivió en el espacio entre cinco y siete horas, según determinaron los estudios posteriores. Sin embargo, en 1957 las autoridades soviéticas aseguraron que la perra había estado en órbita toda una semana. Los informes, realizados en 2002, determinaron que la perra murió por el calor y el pánico.

A pesar de la muerte de Laika, el Sputnik 2 continuó con su misión

y dio la vuelta al planeta 2.570 veces hasta que se desintegró al entrar en la atmósfera terrestre el 4 de abril de 1958.