Verano
Cómo prevenir ahogamientos en la playa, ríos, pantanos y piscinas
Los expertos en seguridad acuática comparten cada año una serie de consejos vitales para los bañistas y sus familias
En pleno verano y con las altas temperaturas, muchas personas acuden a playas, ríos, pantanos y piscinas para refrescarse y disfrutar del agua. Sin embargo, también aumenta el riesgo de ahogamientos, una de las principales causas de accidentes durante esta temporada. Para evitar tragedias y asegurar una experiencia segura, expertos en seguridad acuática comparten cada año una serie de consejos vitales para los bañistas y sus familias.
Supervisión constante: Siempre debe haber un adulto responsable que vigile a los niños mientras se bañan. No dejes a los niños sin supervisión ni siquiera por un momento, ya que los accidentes pueden ocurrir en segundos.
Aprender a nadar: Es fundamental que tanto adultos como niños sepan nadar antes de aventurarse en aguas más profundas. Tomar clases de natación puede marcar la diferencia entre una situación peligrosa y un disfrute seguro.
Conocer el entorno: Antes de entrar al agua, familiarízate con el lugar y las posibles corrientes o zonas peligrosas. Si estás en una playa, infórmate sobre las banderas y señales de advertencia que indiquen las condiciones del mar.
Evitar el consumo de alcohol: Nadar bajo la influencia del alcohol o drogas aumenta significativamente el riesgo de ahogamiento. Mantén un ambiente seguro y sobrio alrededor del agua.
No sobrestimar tus habilidades: No te aventures a nadar en aguas profundas si no te sientes seguro o no tienes experiencia suficiente. Mantén tus actividades acuáticas dentro de tus límites y capacidades.
Usar dispositivos de flotación: En especial para niños o personas con dificultades para nadar, el uso de chalecos salvavidas o flotadores puede proporcionar una capa adicional de seguridad.
Atención a las condiciones climáticas: Evita nadar durante tormentas eléctricas o en condiciones climáticas adversas. Los cambios repentinos pueden ser peligrosos y poner en riesgo tu vida.
Respetar las normas de seguridad: Si visitas piscinas públicas o privadas, sigue las reglas establecidas por los administradores y el personal. Estas normas están diseñadas para mantener la seguridad de todos los bañistas.
Mantener la calma en caso de emergencia: Si ves a alguien en peligro, no te lances impulsivamente a rescatarlo. En su lugar, busca ayuda y, si es posible, utiliza un objeto flotante para extender hacia la persona en apuros.
Aprender técnicas de rescate: Aprender técnicas básicas de primeros auxilios y rescate acuático puede ser crucial en situaciones de emergencia. Siempre es útil tener conocimientos que puedan salvar vidas.
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