
Informe
Competencia arremete contra Sanidad por la nueva ley anti tabaco: vulnera derechos fundamentales
La CNMC cuestiona las disposiciones recogidas en el Real Decreto del Ministerio, haciendo un llamamiento a medidas que protejan la salud pública pero sin perjudicar otros derechos básicos como la libre competencia

La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha emitido un informe en el que cuestiona con contundencia las medidas recogidas en el Real Decreto del Ministerio de Sanidad en relación a productos de tabaco y productos relacionados, principalmente cigarrillo electrónico y bolsas de nicotina. El texto forma parte de las acciones previstas en el Plan Nacional de Prevención y Control del Tabaquismo 2024-2027.
Aunque la CNMC comparte la necesidad de combatir el tabaquismo y proteger la salud pública para prevenir el tabaquismo, advierte que las medidas propuestas deben seguir los principios de buena regulación, estar debidamente respaldadas por evidencia empírica y respetar la libre competencia. El organismo considera que estas medidas son desproporcionadas y no están debidamente justificadas, y pide a Sanidad evalúe la viabilidad de alternativas regulatorias que minimicen posibles efectos anticompetitivos
El organismo considera que las restricciones incluidas en el borrador afectan directamente a la competencia en varios aspectos. Por un lado, en la fase de fabricación, al prohibir el uso de sabores o aromas distintos al tabaco en cigarrillos electrónicos y bolsas de nicotina, y por otro, en la comercialización, al exigir un etiquetado genérico para cigarrillos y picadura de liar y limitar a 0,99 mg la cantidad máxima de nicotina permitida en las bolsas de nicotina.
La CNMC advierte que cualquier restricción a la competencia debe estar debidamente justificada, explicando cómo se verían afectados los intereses públicos en caso de no aprobarse la norma y de qué forma concreta contribuiría esta a su protección. En este contexto, subraya que se deben valorar posibles alternativas y justificar por qué no se adoptan, en cumplimiento del principio de proporcionalidad. Además, insiste en que las medidas que se proponen al ser restricciones a la competencia, afectan a un derecho constitucional reconocido como es la libertad de empresa y de esta manera, sólo pueden implementarse mediante una ley, y no a través de un real decreto, instrumento normativo que no debería utilizarse con este fin.
El organismo también alerta sobre el riesgo de generar conflictos con la normativa europea, que se encuentra en proceso de revisión por parte de la Comisión Europea. Introducir modificaciones sustanciales antes de que finalice dicha revisión podría dar lugar a divergencias con la regulación comunitaria futura.
En cuanto a las medidas concretas, la CNMC se muestra especialmente crítica con tres aspectos. El primero es la implantación del etiquetado genérico para productos del tabaco, una medida que, según el Ministerio, ya se aplica en otros países. Sin embargo, el organismo señala que no se aporta evidencia empírica suficiente que respalde su adecuación a los principios de buena regulación, ni se presentan alternativas que mitiguen su impacto en la competencia, considerando que elimina una de las pocas variables competitivas que aún existen en un mercado altamente regulado.
En segundo lugar, cuestiona la prohibición de comercializar bolsas de nicotina con más de 0,99 mg por unidad. La CNMC indica que no existe una justificación objetiva para este umbral, y que esta medida representa, en la práctica, una prohibición de un producto que sí está disponible en otros países europeos. De hecho, en la Unión Europea, la mayoría de las bolsas que se comercializan contienen al menos 3 mg de nicotina por sobre, y en algunos casos incluso más de 10 mg. No hay precedentes de productos con menos de 0,99 mg comercializados en ningún otro país europeo.
En tercer lugar, critica la restricción que impide introducir sabores o aromatizantes en cigarrillos electrónicos y bolsas de nicotina. La CNMC sostiene que no se ha acreditado con evidencia empírica que esta medida se adapte a los principios de buena regulación ni se han explorado alternativas menos dañinas para la competencia, como reforzar la prohibición de venta a menores o intensificar las campañas de concienciación e información.
La CNMV subraya que "la protección de la salud no tiene por qué estar reñida con la existencia de una regulación eficiente que promueva un nivel efectivo de competencia en el sector del tabaco". Además, destaca que la competencia es un catalizador de reducciones de precios y márgenes empresariales, así como de mejoras de calidad e innovación, lo que podría resultar en productos menos dañinos para la salud de los consumidores.
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