Los Ángeles
«Episodes»: vuelve la serie que pone verde a la televisión
Expectación ante el estreno el martes de la cuarta temporada de esta comedia en Canal + Series
El mundo de la televisión no entiende de deseos ni de sueños. Y al igual que la fama no le llega a quien la quiere, o no siempre, la posibilidad de trabajar en el proyecto que se desea tampoco. Esto lo saben bien Beverly y Sean Lincoln, una pareja de guionistas británicos que tras ganar un Bafta reciben una oferta de la televisión norteamericana. También es una situación familiar para Matt LeBlanc, interpretándose a sí mismo, que tras formar parte de una serie icónica de los 90 como «Friends», ve cómo su carrera profesional atraviesa un momento difícil. Con este punto de partida la serie de Showtime «Episodes» arrancó hace cuatro años, y prácticamente a ese punto regresó al final de la tercera temporada. Tras las complicaciones que surgieron a causa de la particular forma de ser del actor, y el desengaño que vive la pareja de guionistas al padecer las desdichas de la industria sin apenas tiempo para asentarse en su querida Gran Bretaña, este peculiar trío protagonista encuentra un camino a seguir. Pero todos se ven perjudicados por los deseos de la cadena para la que trabajan. Beverly y Sean, interpretados por Tamsin Greg y Stephen Mangan, deben regresar a Los Ángeles para cumplir con los deseos de su cadena. Y Matt sufre en sus propias carnes los inconvenientes profesionales de ser un nombre relevante en la industria televisiva, viendo truncados sus sueños de trabajar en un gran proyecto.
Malas noticias y un desengaño
En el arranque de la cuarta temporada, que a partir del martes podremos ver en Canal + Series, Matt y los guionistas vuelven a reunirse para trabajar en «Pucks». Pero su mente no está puesta en la producción y simplemente quieren cumplir con su contrato y pasar página en sus vidas. Lincoln será el que más rápido lo consiga, ya que un antiguo guión suyo se cuela entre las nuevas propuestas de las cadenas, y las ofertas no tardan en llegar. Beverly, por su parte, ha de afrontar la realidad: Los Ángeles será su ciudad durante los próximos meses, porque es allí donde podrá cumplir sus aspiraciones profesionales. Por mucho que el incontenible deseo de coger un avión y regresar a su lluvioso Londres la acompañe en cada momento del día. Por su parte, Matt se ve inmerso en una espiral de malas noticias, que comienza con su reciente desengaño profesional y termina afectando a su vida personal y, lo que es peor, a sus fianzas. El destino vuelve a ponerle una piedra en el camino gracias al gusto de su contable por el dinero ajeno, algo que le obliga a vigilar su bolsillo y a deshacerse de los gastos superfluos de una estrella, como su casa en la playa o su colección de automóviles. Este mal momento también llega a la vida de Carol, la jefa de programación que apenas ha podido sobrevivir a Castor, el desequilibrado director de la cadena recientemente despedido. La elegida para sustituirle es Helen Basch, la ex mujer de su primer jefe, Merc Lapidus, con el que Carol tuvo una aventura. Aunque la relación entre ambas será mejor de lo que la propia Carol podría imaginar en un primer momento. Y eso, a pesar de que el destino vuelve a colocar en sus vidas a Lapidus, que además de ser el hombre al que ambas detestan es, en cierto modo, el causante de los males de Beverly, Sean y Matt.
Andrea Savage es la actriz elegida para encarnar a Helen, la única incorporación al reparto de la cuarta temporada de «Episodes». En el apartado de apariciones episódicas, la producción cuenta con el ex compañero de LeBlanc en «Friends», David Schwimmer, al que también podemos ver en «Nashville», con Sam Palladio o con la veterana Rhoda Gemignani en el papel de la madre de LeBlanc. Además, Roger Bart se encargará de interpretar al agente de Matt, un hombre que debe luchar por los intereses del artista para el que trabaja, que no siempre coinciden con los suyos.
Escrita por David Crane y Jeffrey Klarik, «Episodes» continúa en su cuarta temporada sumergiéndose en el lado menos glamouroso de la industria televisiva. En su ejercicio de metatelevisión, los creadores se mantienen alejados de las alfombras rojas y las palmaditas en la espalda provocadas por las buenas audiencias, y se introducen en las oficinas y los escenarios en los que las series toman forma. Allí, los trabajadores de una industria que mueve millones de dólares cada año buscan su propio lucimiento con la mirada puesta en un papel mejor, una cuenta corriente más abultada y una nueva portada. Y sin ningún tipo de recato, la serie dibuja una industria cruel y egoísta, que cuando se ve sorprendida por la tragedia, sólo piensa en encontrar una solución que garantice el control de los daños.
Si en «Entourage» la vida de la promesa del cine era una juerga continua, en la que los rodajes eran algo llevadero pero en la que lo verdaderamente importante eran las fiestas, en «Episodes», con el artista cargando con su fama a la espalda, los días son menos felices. Cuando el problema no es una ex mujer descontenta, lo es esa oportunidad profesional desperdiciada. O la imposibilidad de soportar el nivel de vida de una estrella que, a todos los niveles, trata de seguir siéndolo. No menos importante, aunque sí más desconocido, es el devenir de Sean y Beverly, la cara oculta de la industria pero que también tiene sentimientos. Esos sentimientos que tantas veces son vapuleados por directivos que no conciben que un actor de renombre no tenga cabida en un nuevo proyecto o que creen que los guiones que dan vida a la historia no son lo más importante. Junto a Matt, y a veces en su contra, la pareja de guionistas seguirá luchando por sobrevivir en la jungla televisiva. Esa que sólo quiere sus ideas, o su rostro, con tal de conseguir unos cuantos millones, ya sean de anunciantes o de espectadores. Y si es de los dos, mejor que mejor.
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