Isabel Gemio: «No se valoran la experiencia y el talento»

Isabel Gemio celebra los once años en antena de «Te doy mi palabra».

Más de una década sin síntomas de desgaste; al contrario, «Te doy mi palabra» irrumpe con fuerza cada fin de semana en Onda Cero. Ahí están los datos: en la primera oleada del Estudio General de Medios (EGM), el programa logró un récord en su edición del sábado hasta llegar al 1.270.000 seguidores. «No es fácil, pero suelo ser comedida tanto en lo bueno como en lo malo. Lo que está claro es que el programa está consolidado y es un referente para muchísimas personas. Sigo ilusionándome, a pesar de llevar tantos años en la profesión y voy muy contenta a trabajar», comenta Isabel Gemio.

Si hay un adjetivo para definir a «Te doy mi palabra» es «diferente». Eso es lo que dicen los oyentes y el valor irrenunciable de la periodista, que reflexiona porque, «aunque los contenidos se pueden parecer, lo importante es la forma en la que se presentan. Cada comunicador tiene su propia personalidad y hay que saber diferenciarse». Como comenta, los tempos el fin de semana son distintos y hay que saber gestionar los contenidos. «Se tratan con más tiempo para la reflexión, además de que se pueden incluir informaciones con más calado social. Y siempre he querido dar voz a las minorías. El ser humano es el corazón del programa: me gusta que nos llamen para exigir sus derechos y también dar protagonismo a personas anónimas que tienen historias apasionantes. Aportan una espontaneidad y autenticidad que no son muy frecuentes en los medios. Un famoso está viciado y se terminan repitiendo», comenta.

Su obsesión es hacer una radio que interese a la gente, que aborde los asuntos que le importan, como la cultura, la ciencia, la salud..., porque Gemio afirma que «vivimos en la cultura de lo efímero y hay que intentar evitarlo, aunque soy consciente, que dependemos de un contrato, de los oyentes y de la publicidad». Isabel Gemio intenta reinventarse continuamente sin perder su esencia y, sí, admite que se examina continuamente, «porque me exijo mucho y no me acomodo, hay que estar muy pendiente del pulso social». De esta temporada lo que más valora es el radiomaratón de 16 horas para recaudar fondos para las enfermedades raras. «Ha sido uno de los hitos, hicimos récord de audiencia y recaudamos 200.000 euros».

«Soy muy sentimental»

Está convencida de que a los medios en ocasiones «les falta corazón y a mí no me importa que se me note. No huyo del sentimiento porque soy muy sentimental». Y ha encontrado en la radio el altavoz adecuado, «el mensaje cala mucho más. La palabra tiene mucha fuerza. No hay que olvidar que la radio es el medio que mejor está resistiendo la crisis. En tan vivo... Es una relación de intimidad con el oyente. Muchos me dicen: ‘‘He llorado o me he emocionado’’, y me gusta. Sufrimos un exceso de información y es imposible analizar todo lo que nos pasa».

Gemio no olvida el reciente fallecimiento de Jesús Hermida, con el que habló hace un mes. «Estaba jubilado y no porque él quisiera, porque tenía muchos proyectos. Pero este país es muy cainita con los periodistas y comunicadores. No se valora la experiencia. A partir de cierta edad se considera que una persona ya está pasada de moda y amortizada. Vivimos en una sociedad que desprecia la experiencia y el talento».