Jesús Cintora: «El PSOE tiene tantas heridas que un solo médico no las puede curar»

En «Conspiraciones. ¿Por qué no gobernó la izquierda?» relata, a modo de thriller, cómo se evitó en España un cambio de Gobierno. Dice que le gustaría entrevistar a Rajoy, a Amancio Ortega, al Papa Francisco y a Mick Jagger.

Una historia de película, basada en hechos reales. Una especie de «House of Cards» «made in Spain». Jesús Cintora relata en «Conspiraciones. ¿Por qué no gobernó la izquierda?» (Espasa) cómo ante la crisis política, económica y social un selecto grupo de «hombres de Estado» se conjuraron para que el poder no se les fuera de las manos. La irrupción de Podemos, la abdicación del Rey, la sucesión en el PSOE, los escándalos en el Partido Popular... El libro, que arrasa en las librerías, resalta en las estanterías de quienes quieren saber lo que impidió la formación de un Gobierno alternativo al de Mariano Rajoy.

–¿Prefiere preguntar o contestar?

–Me gusta conversar. Soy de pueblo y entiendo el periodismo como una forma de hablar de las cosas que nos afectan a todos.

–¿Qué se preguntaría si usted fuera yo?

–A mí mismo, en silencio, me pregunto muchas cosas. Pero en alto...

–¿Hay alguna pregunta que siempre quiso hacer y nunca pudo?

–Sí, claro. A muchos de los protagonistas de este libro.

–¿Quiénes manejan el cotarro en España?

–No hay tanta gente que tenga el verdadero poder, más allá de algunos políticos que parece que se han ido, pero que no se han ido del todo; y de algunos poderes empresariales y mediáticos.

–¿Por qué no gobernó la izquierda?

–Porque hubo importantes resistencias ajenas al poder político, suficientes errores por parte de los dirigentes alternativos que podrían haber pactado y porque Rajoy se mueve entre bambalinas de una manera que parece que no está pero sigue estando. Como dijo Felipe González, es un animal que avanza sin moverse.

–¿Hubo conspiraciones?

–Sí, y las sigue habiendo. No es que esto fuera un aquelarre, pero se tomaron unas decisiones para no desestabilizar el Estado. Hubo una conjura para controlar lo que pudiera ocurrir.

–Hablemos del PSOE. ¿Está muerto?

–En absoluto. Basta hablar con los militantes y dirigentes que a nivel local y provincial hacen un trabajo tan admirable. El PSOE tiene suficientes heridas como para que la cura no sea cuestión de un solo médico. Aunque es verdad que según te acercas a las altas esferas hay riesgo de gangrena en torno a esas heridas. Deberían ponerse de acuerdo y compartir el diagnóstico y el tratamiento.

–¿La izquierda se encuentra en guerra?

–La palabra guerra me parece demasiado seria. En todos los partidos hay pugnas por el poder, cada vez más alejadas de las necesidades de los ciudadanos. En cualquier caso, cuando se tiene el poder se afrontan mejor esas divisiones internas. No obstante, es cierto que hay dirigentes del PSOE que no tragan a los de Podemos, y viceversa.

–¿Se puede ser del centro?

–¿Por qué no? Hay etiquetas que pueden ser superadas.

–¿Resucitará el bipartidismo?

–Cuando Rubalcaba decide abandonar la secretaría general del PSOE habla con Rajoy, quien le dice que hay que aguantar frente a la nueva política. No me gustan los acertijos, pero millones de personas no volverán a votar al PP o al PSOE. El tablero se ha abierto.

–¿Sigue Cintora a pie de calle?

–Sí. Me gusta ir por la calle y preguntar a la gente cómo le va, hablar en los supermercados del precio de los limones... o de melones.

–¿Con qué político preferiría irse de cañas?

–Con Miguel Ángel Revilla. Tenemos una relación afectuosa. Hablamos casi todos los días.

–¿Hay alguno con el que no se iría jamás?

–Con los que utilizan la política para robar y llevar a cabo prácticas espurias.

–¿A quién le gustaría entrevistar?

–A Rajoy le diría que si sigue pensando eso de que todo es falso menos alguna cosa. Le preguntaría: ¿qué cosita es? A Amancio Ortega, por su modelo de negocio. Al Papa Francisco, sobre lo que piensa de las conspiraciones políticas en España. Y a Mick Jagger, por la energía y pasión con las que vive a su edad.

–Dijo George Orwell que «periodismo es publicar lo que alguien no quiere que publiques»...

–Periodismo es contar lo que pasa. Y a veces no está oculto. A mí me gustaría dar la noticia de la cura contra el cáncer.

–¿Ésta es su profesión o su forma de vida?

–Entiendo el periodismo como un oficio que te lleva a una manera determinada de vivir. Pero tampoco entendería mi vida sin la música, sin hacer deportes, sin viajar...

–¿Es usted molesto?

–Para algunos parece que sí. Sin embargo, no sé qué cargos se me imputan. Para ser buen periodista no es necesario resultar molesto. El problema no está en el periodista, sino en quien percibe como molesto a quien ejerce el periodismo.

–¿Puede un periodista valer más por lo que calle que por lo que cuente?

–Sin duda.

–¿Tiene la necesidad de contarlo todo?

–No. No quiero ser un mártir ni un abanderado de nada. Sólo me interesa trabajar de forma digna y honesta. Hacer un programa de televisión era uno de mis sueños. Han ocurrido contratiempos serios y duros, pero muchas de las cosas que quería hacer en la vida las he podido cumplir. Me siento un privilegiado.

–¿Volveremos a verle a través de la pantalla?

–El otro día estuve con Marhuenda en La Sexta Noche e hicimos una audiencia fantástica. La televisión no es mía. Ojalá me ofrecieran volver a conducir un programa.