Más difícil todavía

Una niña de siete años que es capaz de situar en un mapa mundi en blanco cualquier país del mundo; una persona que sabe reconocer qué canción está interpretando un violinista sólo por los movimientos de su cuerpo, sin escuchar una nota; un concursante que es capaz de reconocer las huellas dactilares de mil personas... Las habilidades mentales más insólitas se convierten, entrega a entrega, en un espectáculo televisivo. Ésa es la esencia de «Increíbles. El desafio», un «talent show» –que Antena 3 emitirá mañana a partir de las 22:00 horas– en el que los concursantes hacen un despliegue intelectual y de habilidades para superar unas pruebas que están al alcance de sólo unos pocos. «Este programa va un paso más allá en este género, ya que hasta ahora sólo se ponían en valor las habilidades físicas o artísticas de los participantes. Ahora, lo que importa son una suerte de juegos de inteligencia sorprendentes, y que se salen de los patrones que se han visto tradicionalmente en los programas de televisión», afirma su presentador, Carlos Sobera, que no estará solo en el plató, ya que contará con el apoyo de Berta Collado para conducir las pruebas y que tendrá como colaboradores a Santiago Segura, Mario Vaquerizo y Chenoa, que valorarán, aunque sus opiniones no sean determinantes, las hazañas de los concursantes, desde su particular prisma.

«Lleno de hallazgos»

«Es un espacio lleno de hallazgos de gente con unas cualidades casi extraterrestres, de otro mundo», asegura Sobera. En la misma línea, Mario Vaquerizo, entusiasmado por su multipresencia en televisión en varias pantallas –«me encanta la televisión y me da igual que me digan si estoy sobreexpuesto o no, porque lo que quiero es aprender», apostilla–, afirma que «hay pruebas muy marcianas». Vaquerizo aún recuerda una de las que más le asombraron: «Ese concursante que conocía mejor a los dálmatas que Cruella de Vil y que fue capaz de identificar a uno de entre 101 canes sólo por sus manchas. Hay que tener mucho mérito». Para el periodista, artista, y tantas cosas más, la principal virtud de este programa es que «recupera la tradición de concurso para toda la familia, que se estaba perdiendo últimamente. Está dirigido a todos los espectadores, como en su día ''Un, dos, tres... responda otra vez'', sólo que ''Increíbles'' es más espectacular».

Sobera apenas ha tenido que cambiar de registro para conducir «Increíbles. El Gran desafio». En su caso, simultanear la presentación del concurso «Atrapa un millón» con este «talent show» es una evolución natural que le permite continuar con un registro que valora porque «tengo que interactuar con gente virgen en este medio, personas de la calle que conservan su frescura y su inocencia. Son un material de primera».

Vaquerizo también valora esa naturalidad, que intenta aplicarse a sí mismo, aunque no duda en rendirse ante «un genio como Santiago Segura, que domina el medio», y en alabar a Chenoa, «porque es una chica muy apañada, no es la típica cantante que sólo sabe hablar de sus discos».

La dinámica de «Increíbles. El gran desafio» es muy sencilla. Cada semana siete candidatos se enfrentan en el plató: sólo uno de ellos es elegido, gracias a los votos del público. El vencedor de cada entrega gana 3.000 euros y queda emplazado a una gran final que reunirá a todos los ganadores, quienes optarán al gran premio: 30.000 euros.

El programa, como ocurre desde hace unos meses con todas las producciones televisivas, tendrá una amplia cobertura en internet a través de antena3.com y con perfiles propios tanto en Twitter como en Facebook.