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Operación «vintage» en RTVE: vuelve «Verano Azul»

A partir del lunes llega la décima reposición de la serie en 33 años, que se emitirá en La 2 a las 14:30 horas

"Verano Azul"
"Verano Azul"larazon

Sin pretenderlo, la cadena pública acierta de pleno cuando califica «Verano azul» como «inolvidable». Es lógico porque no le dan prácticamente opciones al espectador para que lo haga si se tiene en cuenta que, desde su estreno, en 1981, la han repuesto en ¡9 ocasiones! –el lunes llegará la décima a La 2 con una versión remasterizada– incluso con dos emisiones en la misma temporada en 1994 y 1995. Es más, «Cuéntame cómo pasó» le dedicó una de las tramas de esta décimoquinta temporada contando las llantinas y sofocones que provocó entre millones de espectadores el desenlace de la serie que no agotó las existencias de clínex en España por la sencilla razón de que en aquel momento las madres todavía seguían confiando en los pañuelos de algodón y de tergal de toda la vida. En la nota de prensa RTVE precisa que no se emite desde 1995, una afirmación que tiene truco, ya que se pudo ver en 2001 y 2005 en Canal Nostalgia, una cadena de RTVE que se emitía a través del extinto Vía Digital. Al año siguiente también formó parte de la programación de Canal-50, creado expresamente para celebrar el quincuagésimo aniversario y que compartía señal con el actual Clan. En 2012 le llegó el turno en 13tv.

Con estos antecedentes... ¿Es necesario que «Verano azul» regrese a la pequeña pantalla? Si se atienden a razones escrupulosamente económicas, es cierto que la corporación necesita tirar de su fondo de armario para armar su parrilla, pero éste es bastante amplio para poder haber optado por otro programas, que se han alojado en el baúl de los recuerdos como «La bola de cristal», emitido en 1984, o «La edad de oro» (1985), que sí pueden atraer de nuevo a los por aquel entonces quinceañeros y veinteañeros que están ávidos por revivir aquellos espacios que revitalizaron audiovisualmente la televisión del momento y que se desempolvan con cuenta gotas en espacios como «Cachitos de hierro y cromo».

En el caso de «Verano azul», RTVE no está recuperando una serie de culto que en su momento paso inadvertida para la mayoría sino todo lo contrario. La ficción de Antonio Mercero fue vista en su primera emisión por una media de 9 millones de espectadores –según fuentes de la corporación, ya que en su primera emisión eran prescindibles los medidores de audiencia puesto que sólo existían dos canales–, y en el conjunto de las reposiciones la cifra puede superar la veintena. Pero todavía hay datos más contundentes: en 1995 la propia TVE afirmó que un 91,3 por ciento de los españoles había visto al menos un capítulo, en 2011, la cifra bajó hasta el 78 por ciento.

Estrategia de programación

«Es una opción coherente con la estrategia de programación de contenidos que la cadena está realizando este año» –afirma Álvaro de la Torre, director de OnCEU– en la que, además de que ''Cuéntame cómo pasó'' se ha centrado en los inicios de los 80, se ha potenciado con «Ochénteame otra vez» con buenos resultados de audiencia. Está claro que les funciona la televisión del recuerdo, incluyo yo la calificaría como postmoderna». De la Torre va aún más lejos y ve en esta reposición una intención de recuperar el espíritu de la Transición, «no creo que sea decisión del todo inocente en estos tiempos en los que, sobre todo a partir de la muerte de Suárez, se están reivindicando aquellos tiempos».

Lo que queda por saber es el público potencial que puede empezar a ver la próxima semana «Verano azul». Es cierto que para los adolescentes de aquella época era todo un acontecimiento que una serie dirigida para ellos hablase del divorcio, la primera menstruación, la especulación inmobiliaria o las manifestaciones aunque fueran de menos de quince personas, temas de los que están de vuelta los adolescentes españoles que ya han pasado por «Al salir de clase», «Compañeros» o «Física o química», además de «Juego de tronos» y demás ficciones extranjeras. «Creo que interesará a los niños menores de diez años y, sobre todo, a los que ya han rebasado la cuarentena y son unos nostálgicos. En todo caso representa lo que fuimos y lo que no volveremos a ser con una visión muy inocente de lo que es la adolescencia», concluye De la Torre.