Tribunal Supremo
Condenan a 12 años de prisión al líder de la facción más radical de los Boixos Nois
La Audiencia de Barcelona ha condenado hoy a 12 años y ocho meses de prisión a Ricardo Mateo López, considerado líder de los "Casuals", por varios delitos relacionados con robos, tráfico de drogas y palizas en discotecas.
La Audiencia de Barcelona ha condenado hoy a 12 años y ocho meses de prisión a Ricardo Mateo López, considerado líder de los "Casuals"-grupo radical de seguidores del Barça-, por varios delitos relacionados con robos, tráfico de drogas y palizas en discotecas y locales de ocio nocturno.
En su sentencia, de 292 páginas, la Audiencia de Barcelona ha rebajado notablemente la petición del fiscal, que solicitaba casi 120 años de prisión para una treintena de miembros de los "Casuals", aunque condena a catorce de ellos por un delito de asociación ilícita, al considerar que constituían una banda para delinquir.
En su fallo, el tribunal mantiene la situación de prisión provisional para Ricardo Mateo, David Rodríguez, Enrique Pérez y Juan Sánchez, mientras que dispone la libertad sin fianza de Efrén Simón Suárez y César Iván Muñoz, otros dos miembros de los "Casuals", condenados a penas menores, al considerar que no existe un riesgo de fuga que justifique su permanencia en la cárcel.
La sala cree probadas varias de las agresiones a porteros y empleados de discotecas y zonas de ocio de Barcelona y su área metropolitana que se atribuían al grupo de "Casuals", cuyo líder Ricardo Mateo López, ha sido condenado por tres delitos de lesiones, robo con violencia, usurpación de funciones públicas, contra la salud pública y asociación ilícita.
Entre esas agresiones, ocurridas entre los años 2006 y 2011, figura una paliza a un vigilante de seguridad de la discoteca "Pacha"de Barcelona, así como el ataque a una persona en la Isla Fantasía de Vilassar de Dalt, otro altercado en Bikini y un navajazo a un portero de la discoteca Opium de la capital catalana.
Además, el tribunal ha considerado acreditado que, en diciembre de 2008, varios de los procesados se enfrentaron a golpes con un grupo de personas para impedir que accedieran a una subasta que iba a tener lugar en un juzgado de Barcelona, en la misma puerta de la sala de vistas.
Otro de los delitos que la sala atribuye a la banda es el de acudir a una rueda de reconocimiento a la que iba a ser sometido su líder como sospechoso de apuñalamiento, con el propósito de "hacer patente ante los testigos su actitud amenazante", con lo que consiguieron que estos se fueran sin identificar al autor de la agresión.
La principal condena se la lleva Ricardo Mateo, que según el tribunal, en noviembre de 2009, se hizo pasar por policía para intentar arrebatar droga a un marroquí y, en su condición del líder de la banda, aplicó una sanción a uno de los miembros de los "Casuals"por una conducta que no aprobaba.
En opinión del tribunal, desde el año 2006 y al menos hasta enero de 2010, los acusados formaban un grupo de personas asociadas de forma permanente en el tiempo con la finalidad de llevar a cabo una "actuación coordinada y retirada"y lograr mediante el empleo de la intimidación o la violencia influir en la declaración de testigos para evitar la persecución penal y así, lograr impunidad.
Sin embargo, la sala cree que el delito de asociación ilícita solo es aplicable a ese caso de intimidación a testigos y no al resto de delitos enjuiciados, como los de tráfico de drogas, extorsión o robos.
La Audiencia, en consecuencia, no cree que entre las finalidades del grupo figurara la extorsión de responsables de locales de ocio para conseguir la contratación de sus miembros como empleados de esos establecimientos públicos, ni la de crear altercados en discotecas.
"En todo caso nos hallamos ante un grupo de personas con aficiones comunes, la de ser seguidores de determinado club de fútbol, la practica del boxeo o artes marciales, la posesión de armas (...)", razona el tribunal, que resalta la forma de actuar "pendenciera, agresiva y violenta"de los procesados.
El tribunal asume que muchos de los "casuals"tenían ingresos derivados de actividades ilícitas, como el tráfico de drogas, pero cree que "eso no comporta necesariamente que todos los acusados"formaran parte del núcleo de asociación ilícita por el que se condena a parte de ellos.
En su sentencia, la sala acuerda deducir testimonio contra algunos de los testigos que comparecieron en la vista, para averiguar si pudieron incurrir en infracción penal al faltar a su obligación de explicar la verdad en el interrogatorio a que fueron sometidos.
En la recta final del juicio, un grupo de "casuals"se enfrentó a a golpes con los mossos d'esquadra que los custodiaban en plena sala de vistas, lo que comportó que un juez de Barcelona les abriera diligencias por desórdenes públicos y lesiones.
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