Cuatro de cada diez padres afirman que las pantallas suponen una fuente habitual de conflictos con los hijos

El 74% opina que la tecnología les ha unido poco o nada con sus hijos

La relación de las familias españolas con la tecnología es paradójica. Por un lado, cuatro de cada diez progenitores consideran que las pantallas suponen una fuente habitual de conflictos con sus hijos y el 74% opina que la tecnología les ha unido poco o nada con ellos. Pero, por otra parte, el 66% de los padres reconoce que las pantallas están teniendo un papel favorable en la gestión de la actividad familiar. Estas son algunas de las principales conclusiones del estudio "Impacto de las pantallas en la vida familiar", presentando hoy por Empantallados y GAD3.

El informe, que cuenta con el apoyo de "Por un uso Love de la Tecnología"de Orange, recoge que el ciberacoso y la relación con los desconocidos son los principales riesgos a los que se enfrentan sus hijos en el entorno digital. Le siguen de cerca el acceso a contenidos inadecuados, la pérdida de tiempo y la sobreexposición de su imagen.

Ahora bien, como explica Charo Sábado, investigadora sobre menores y tecnología y decana de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra, "aunque el contacto de un desconocido y el ciberacoso sean los principales problemas según opinan los padres en este estudio, lo cierto es que en realidad es que es mucho más probable que nuestros hijos estén sobreexponiendo su identidad a que contacte con ellos un desconocido". "Otra preocupación -prosigue- es la pérdida de tiempo... Hay que ver no sólo el uso, sino el contexto del uso; es decir, qué hacen en ese tiempo. No hay que poner media hora de uso, que es la solución más sencilla, sino estar allí con ellos".

Respecto a medidas de protección, sólo cuatro de cada diez padres usa controles parentales, dado que la mayoría -el 74%- apuesta por implementar normas de uso de las pantallas en el hogar y procuran acompañarles en el entorno digital.

En cuanto a la edad apropiada para tener la primera pantalla, la mayoría de familias considera que los 10 años es una buena edad para entregar la primera tableta a sus hijos y a los 13 el teléfono móvil. Pero cuando fueron preguntados por su experiencia personal, el 39% de los padres consideró que el primer móvil llegó demasiado pronto.

Los principales motivos son los problemas que ocasiona decir a los hijos que dejen de estar conectados. Sin embargo, uno de cada tres padres entrevistados reconoce hacer un uso excesivo de la tecnología y no se reconocen como un buen modelo para sus hijos. Y ése es el problema: "El ejemplo es la única vía y primero de todo lo tenemos que dar nosotros", afirma Narciso Vichavila, de GAD3.

Y, sobre todo, "hay que sustituir la palabra control digital por acompañamiento", precisa Pía García Simón, de Empantallados.

Opinión que comparte Gustavo Entrala, experto en Innovación y Branding: "Me preocupa la resaca digital, que los padres actúen de un modo sobre proteccionista, cortando las redes... porque no es nuestro futuro es el de nuestros hijos y si tienes un superhéroe -digital- en casa, lo que hay que hacer es cultivar sus poderes".

Ahora bien, "hay que estar atento a la adicciones digitales", precisó Alberto San Juan, director general de la Familia y del Menor de la Comunidad de Madrid. "Desde que abrimos el centro -prosigue-, hemos atendido a 1.700 familias preocupadas por las adicciones tecnológicas". Por eso, "no hay que pensar a qué edad le damos el móvil o la tableta a nuestros hijos, sino dar el móvil cuando los padres estamos preparados para explicarles para qué sirve, cómo se utiliza, etc.". En definitiva, acompañarlos.