Internet

Suicidio 2.0: 16.700 «amigos» sólo en un perfil de Twitter

La Fiscalía recibe la denuncia de quince contenidos en Internet que incitan al suicidio. Los menores tienen acceso libre a webs, blogs y, sobre todo, a vídeos de Youtube. Además se han detectado grupos de Whatsapp para concertar «acciones conjuntas». Sin embargo, el cierre de estos sitios es complicado

Frases suicidas. Es uno de los perfiles de Twitter que ha sembrado la alarma. Tiene incluso 225 «Me gusta»
Frases suicidas. Es uno de los perfiles de Twitter que ha sembrado la alarma. Tiene incluso 225 «Me gusta»larazon

La Fiscalía recibe la denuncia de quince contenidos en Internet que incitan al suicidio

«Me quiero suicidar, no tengo a nadie, acabo de suspender el año escolar, me hacen bullying, no tengo amigos, no tengo novia, siempre fui el excluido». Este joven que en Youtube se presenta bajo un seudónimo se metió en Internet hace 24 horas para encontrar una forma de suicidarse y acabó encontrando trece. Dio con un macabro vídeo con voz distorsionada y estética de serie B, en un canal que incita sin miramientos a quitarse la vida. Se llama «el canal del suicidio» y tiene dos vídeos colgados. Uno forma parte de los quince contenidos de Internet que el Consejo Audiovisual de Cataluña (CAC) reclamó ayer que se retiren, tras denunciarlo ante la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) por instar al suicidio. Es un delito tipificado por los artículos 143.1 y 147 del Código Penal y que puede conllevar hasta cuatro años de prisión.

Hace un año, el presidente del CAC, Roger Loppacher, mandó elaborar un estudio sobre el suicidio en la red, después de que su colega de Corea del Sur le trasladara su preocupación por la proliferación de webs que animan a quitarse la vida. El informe, que ayer presentó el CAC junto a la Asociación Después del Suicidio-Asociación de Supervivientes, corrobora que no es un problema sólo de la sociedad surcoreana, con un sistema educativo muy competitivo. Se han encontrado seis vídeos de Youtube (que registran ya 4,2 millones de visualizaciones), cuatro blogs, dos webs, dos foros y una cuenta de twitter con 16.700 seguidores que alentan y ayudan a morir suicidándose. Además, alerta de que los primeros 50 vídeos que aparecen en Youtube tras escribir la palabra «suicidio» se pueden considerar «contenidos de riesgo». En Google, en cambio, hay más respuestas vinculadas a la prevención (44%) que de riesgo (10%).

Preocupa sobre todo que el acceso a estos contenidos es libre, no hay registro previo y pueden tener acceso menores de edad. Y también lo difícil que es acabar con ellas. Por ello, el organismo que dirige Roger Loppacher pidió a las empresas de Internet que alojan estos contenidos que los borren por vulnerar la legalidad, aunque admite que no siempre es fácil demostrar la inducción al suicidio y que las empresas implicadas respondan con celeridad a sus peticiones de retirada.

En el foro de uno de los vídeos denunciados, que en dos minutos recoge reflexiones de una joven suicida con imágenes explícitas de métodos para quitarse la vida, dos niñas que dicen tener sólo 11 años expresan sus ganas de morir. En el mismo foro, uno de los participantes informa de que ha creado un grupo suicida e invita a formar parte de un suicidio doble o colectivo. Loppacher alerta de estas conversaciones que tendrían continuidad en grupos privados, como el caso de la Ballena Azul, el juego de retos que incita al suicidio y del que ya se ha tenido constancia de uno en Barcelona y de otro posible en Palma de Mallorca. El CAC ha detectado hasta 111 respuestas en una de las conversaciones analizadas, en las que los participantes facilitaban su número de teléfono para sumarse a un grupo de Whatsapp privado. Cecilia Borràs, presidenta de la Asociación Después del Suicidio-Asociación de Supervivientes, llama a las familias a enseñar a sus hijos a navegar por Internet.

Los adolescentes, como demuestran los comentarios de Fabrox o de las niñas de 11 años, son el colectivo más vulnerable. El psiquiatra Carlos Delgado, del Servicio de Psiquiatría del Niño y del Adolescente del Hospital Gregorio Marañón de Madrid, explica que «el número de suicidios no ha aumentado en el colectivo adolescente, pero sí los que son atendidos por autolesiones». Son su forma para expresar inestabilidad emocional y una práctica en alza en los últimos 15 años, sobre todo entre los menores de países Occidentales. Aunque el psiquiatra advierte de que éste es un asunto que «no admite estudios superficiales», sí puede señalar como causa principal de este comportamiento lesivo «la dificultad de estos jóvenes para gestionar sus emociones, la presión de los grupos sociales y la inmediatez que demandan, junto al consumo de drogas».

«Los adolescentes que son atendidos en las unidades de psiquatría están en búsqueda de su yo, no saben cómo se sienten, ni qué quieren ser. No saben por qué se autolesionan, sólo que al hacerlo sienten alivio de otro malestar», precisa. Los foros le dan la razón. Hace cinco meses, un vídeo donde una joven lee una carta de suicidio a su madre y deja imágenes explícitas de su muerte, un chico expresaba que tenía ganas de quitarse la vida, pero que le faltaba «valentía». Tres meses después, reconocía que era «una opción para escapar de todo de forma radical».

Para tratar a los adolescentes con inestabilidad emocional grave y alto riesgo de suicidio, el Gregorio Marañón puso en marcha en 2010 el programa «Atrapa». Participan chicos, junto a uno de sus progenitores, con algún trastorno psicológico que se refleja en varias áreas de su vida: inestabilidad en los sentimientos, las dificultades para controlar la ira, sentimientos de vacío y el temor a la soledad que se traduce en comportamientos como autoagresiones, abandono y fracaso escolar. En las sesiones grupales, se trabaja con el niño las habilidades sociales, el conocimiento del propio yo y a afrontar la tolerancia al malestar.

«La ballena azul», en Palma

La Policía Local de Palma de Mallorca está preparando el atestado de un posible caso del juego suicida denominado «Ballena Azul». Los hechos ocurrieron días atrás, cuando en un centro escolar detectaron que una alumna tenía varios cortes. Avisaron a la Consejería de Educación y se mandó a un policía local –un agente tutor– al centro. Según explicaron desde Educación, «no se sabe si se trata o no de un caso de ballena azul». La niña, al parecer, tiene otras problemáticas. «Lo importante es que

el protocolo de alertas de 2017, ha funcionado. De hecho, la niña ya ha vuelto al colegio».