Cataluña

Educación no volverá a subir las notas para las becas en los próximos años

El Ministerio de Educación no seguirá endureciendo las exigencias académicas para obtener y mantener las becas generales en los próximos años, después de haber incrementado las notas mínimas necesarias para el curso pasado y el que está a punto de comenzar.

"No es nuestra intención que estas becas, que garantizan que los alumnos con dificultades económicas puedan acceder a los estudios, se conviertan en becas de excelencia, nada más lejos de nuestra intención", ha subrayado en una entrevista con Efe la secretaria de Estado de Educación, FP y Universidades, Montserrat Gomendio.

- El Gobierno ha manifestado un propósito decidido de seguir avanzando en la búsqueda del esfuerzo académico y la responsabilidad de los alumnos. ¿Quiere decir que seguirán aumentando las notas mínimas para optar a las becas?

- No, no es esa nuestra intención. El incentivo del esfuerzo debe ser una medida generalizada del ámbito educativo, y lo que queríamos decir es que esta forma parte de ese esfuerzo global. No pretendemos que vaya a más, que estas exigencias de rendimiento se incrementen en los próximos años.

Es una pieza dentro de un conjunto de medidas encaminadas a incentivar el esfuerzo porque la relajación de esa exigencia ha tenido unas consecuencias muy negativas en general, con una tasa de abandono educativo temprano cercana al 25 % y, en la universidad, con unas reglas de juego que no reconocen los méritos de alumnos, profesorado y la labor investigadora.

- ¿Cuántos alumnos no disponen de una beca por el aumento de las condiciones académicas?

- A falta de los datos de dos comunidades, parece que el impacto fue bajo el curso pasado y sobre las distintas áreas de conocimiento ha sido muy heterogéneo, lógico si tenemos en cuenta que las notas de corte de la mayor parte de las titulaciones están muy por encima del 6,5 que pedimos en el grado para recibir una dotación económica.

En Humanidades y Ciencias Sociales ha habido una disminución en el número de becarios en el curso pasado; sin embargo, en otras carreras, con una nota de acceso más elevada, como Ciencias y Ciencias de la Salud, han aumentado los becarios.

- ¿En qué consiste la nueva cuantía variable que recibirán los becarios desde este curso?

- La novedad del real decreto es el cambio de modelo de cómo se reparten las cuantías. Las partes fijas se darán a los estudiantes con los mismos umbrales de renta, luego no es verdad que se esté excluyendo a alumnos por razones económicas. Y la parte variable se reparte según una fórmula para la que se tiene en cuenta a todos los estudiantes que quieran solicitar la beca, que cumplan los requisitos y que garantiza que, cuanto más baja es la renta, mayor cuantía recibe el alumno; y cuanto mayor es el rendimiento, mayor cuantía.

- ¿Y cuándo recibirán esa cantidad variable?

- Nuestra intención es repartir la parte variable lo antes posible. El problema es que en este momento algunas comunidades nos están haciendo llegar los datos tan tarde como mayo. Todos tenemos que poner de nuestra parte y las universidades y las comunidades tienen que ser mucho más ágiles a la hora de trasladarnos esa información. De eso depende cuánto tardemos nosotros en tener la foto de todos los alumnos que aspiran a la beca, de su renta y rendimiento para, a partir de ahí, distribuir la parte variable.

- La oposición ha cuestionado en el Parlamento el incremento de 250 millones de euros en becas generales anunciado por el Ministerio.

- No puede ser motivo de debate porque es un dato que se puede certificar de muchas formas y que ha sido gracias a un acuerdo de Consejo de Ministros. Vamos a contar con la partida presupuestaria para becas mayor de toda la historia. El aumento de presupuesto es una apuesta muy fuerte. Nos corresponde cómo se reparte y ofrecer un mínimo de garantías de que se destinan a estudiantes que están dispuestos a hacer el esfuerzo suficiente para garantizar unos mínimos para terminar los estudios.

- El PSOE quiere recurrir el decreto de becas en el Supremo.

- Tenemos la certeza de que no hay ningún problema porque tenemos un informe muy favorable del Consejo de Estado que dice que todo lo que se propone en el nuevo real decreto está de acuerdo con la legalidad.

- ¿Cómo repercute la crisis y la subida de tasas de matrícula en el número de universitarios?

- El impacto ha sido mucho menor del que se preveía. La información que nos trasladan las comunidades es que la subida de tasas, que es decisión de ellas, no ha sido generalizada. La mayoría no han subido o muy poco. En la mayor parte de los casos con mayores subidas, como Cataluña, ha sido gradual en relación con la renta familiar y es una decisión muy acertada.

- ¿Qué es negociable en la reforma educativa, en tramitación parlamentaria?

- Hay una serie de asuntos medulares cuyos detalles son negociables, pero no lo sería a estas alturas que desaparezcan como propuestas la potenciación de la FP, las evaluaciones nacionales externas al final de etapa y la autonomía de los centros. No es una opción que el sistema educativo actual se mantenga sin cambios. Los resultados están a la vista de todos y son muy perjudiciales paran nuestros jóvenes. Si siguen con este sistema educativo acabarán con un nivel de formación muy bajo, que va a limitar muchísimo sus capacidades de acceder a un empleo de una mínima cualificación.

- ¿Y cómo quedará el aprendizaje en español en todas las comunidades?

- Hubo diálogo con la Generalitat, no voy a decir muy productivo, pero sí muy intenso, que en un momento se rompió por parte de Cataluña. Nuestra propuesta no supone ningún tipo de ataque a ningún modelo de ninguna comunidad, ni tampoco al modelo catalán. Estamos esperando que nos presenten una alternativa para analizarla y no hemos recibido ninguna. (Según la propuesta ministerial, el Gobierno adelantará el pago de la escolarización privada de aquellos alumnos que no tengan garantizado el aprendizaje en castellano en los centros públicos o concertados de las comunidades con lengua cooficial, y se lo descontará a éstas de la financiación autonómica).

- ¿Ve como amenazas las movilizaciones de estudiantes anunciadas para el comienzo del curso o que la oposición diga que la reforma nace muerta?

- Como amenazas, exactamente. Después de haber dialogado con todos los sectores durante quince meses para tener una propuesta final de proyecto de Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (Lomce), nos hemos encontrado con enmiendas a la totalidad y la mayoría de la oposición plantea que se va a derogar la ley cuando haya nuevas elecciones. Ahora ha quedado claro como el agua que no es cierta la acusación de que este equipo ministerial no ha estado abierto al diálogo. En el momento de iniciar un debate en el Parlamento no ha habido interés. Lo lamentamos profundamente, creemos que realmente nuestro país merece que la educación se tome en serio.

- ¿Cuándo comenzaría a implantarse la reforma?

- Esperamos que en el curso 2014-2015, aunque depende de la tramitación parlamentaria.

- ¿Cómo repercute en la calidad de la enseñanza no universitaria que haya más alumnos y menos profesorado?

- Eso que se intenta transmitir como un problema terrible de la educación en nuestro país no es un problema real. Nuestros problemas no están en aulas masificadas, que no lo están. Seguimos teniendo un número de alumnos por profesor muy por debajo de la media de la OCDE.

- No hay ninguna universidad española entre las 200 primeras del ránking de Shangai.

- El problema no es que no haya universidades de excelencia por falta de grupos de excelencia, ojo con la diferencia. Provengo del mundo de la investigación y me consta que en nuestras universidades hay muchos grupos de excelencia que compiten con los mejores.

Se trata de promover un modelo y unas reglas de juego que incentiven, premien y reconozcan la excelencia, pero ni siquiera tenemos un sistema de evaluación para saber cuáles son esos grupos, cómo les podemos dotar de recursos y para que su ejemplo cunda.

Estamos mirando, por primera vez, la evaluación de departamentos o grupos de investigación, si la financiación debería ir, al menos en parte, ligada a los resultados de esa evaluación.