Autopistas

El 50,5% quiere ir a 140km/h en autopista

Los jóvenes, 63,2%, los que más reclaman esta velocidad a pesar de que un 45% reconoce que habrá más accidentes.

Algunas plataformas ciudadanas reclaman un aumento en los límites de velocidad en las autopistas y autovías a 140 kilómetros por hora
Algunas plataformas ciudadanas reclaman un aumento en los límites de velocidad en las autopistas y autovías a 140 kilómetros por horalarazon

Los jóvenes, 63,2%, los que más reclaman esta velocidad a pesar de que un 45% reconoce que habrá más accidentes.

La mitad de los encuestados, exactamente un 50,5%, son partidarios de que el Gobierno, a través de la DGT, incremente los límites de velocidad, sobre todo en algunas vías especialmente modernas, seguras y bien diseñadas, como son las autopistas de peaje. Al menos, hasta 140 kilómetros por hora. Aunque reconocen que la velocidad puede ser un factor de riesgo en los accidentes, estiman que las grandes inversiones en investigación y desarrollo que han realizado en los últimos años los fabricantes han hecho mejorar enormemente las medidas de seguridad activa y pasiva de los automóviles modernos. Más de un 57% confía en que los actuales turismos sean suficientemente seguros como para que el incremento moderado de los límites de velocidad no suponga riesgos adicionales en la conducción.

Es necesario destacar que una gran mayoría de los conductores no usa las autopistas de peaje. Y ello puede deberse a dos razones principales. La primera es que hay regiones en España en donde no existen este tipo de vías. Y la segunda es que no ofrecen ventajas a los usuarios. Los límites de velocidad son los mismos que en las carreteras y autovías de uso gratuito, con lo cual piensan que no tiene sentido pagar un dinero adicional para no obtener, a cambio, alguna ventaja. Si, como pasa en muchos países de la UE, en las autopistas de peaje se establecieran límites más permisivos, aumentaría el tráfico, los ingresos por utilización y se resolverían los problemas financieros de muchas autopistas en situación de quiebra y que ahora el Estado se ve obligado a rescatar con fondos públicos.