Desapariciones
El silencio de los padres: casi un mes sin comunicarse entre ellos
El último contacto de Juan Carlos Quer con su «ex» fue un WhatsApp poco antes de que recibiese la custodia de Valeria
El último contacto de Juan Carlos Quer con su «ex» fue un WhatsApp poco antes de que recibiese la custodia de Valeria
A pesar de que en los primeros días tras la desaparición de Diana Quer sus progenitores comparecían juntos para denunciar públicamente la ausencia de su hija de 18 años, entre ellos hay una distancia insalvable.
«La última vez que Juan Carlos Quer se puso en contacto con mi cliente, Diana López-Pinel, fue cuando le mandó aquel WhatsApp diciendo que mejor iba él al juzgado y que le ocultase a Valeria qué era» en relación con la custodia de la menor de 16 años, afirma el abogado de la madre, Pedro Víctor de Bernardo.
«Desde entonces –añade el letrado–, nunca se ha vuelto a poner en contacto con ella». Y desde aquel whatsApp –«No le hables de notificación oficial alguna. Ya le explico yo y le acompaño yo si te parece», como publicó ayer LA RAZÓN en una entrevista a la madre– han trascurrido ya 28 días, ya que cuando Juan Carlos Quer declaró ante la jueza durante más de tres horas fue el pasado lunes 30 de agosto. Es decir, casi un mes sin hablar con la madre de su hija mayor.
Tampoco ha habido contactos entre los abogados de ambas partes. El letrado de la madre, Víctor de Bernardo, niega que el padre se haya puesto en contacto con su bufete pese a las declaraciones de su ex mujer en LA RAZÓN en las que le acusa de maltratarla mientras duró el matrimonio. Y es que desde el día que se perdió el rastro de Diana Quer, la guerra abierta no sólo no ha cesado, sino que cada día ha sido, si cabe, más beligerante.
Así, si Juan Carlos Quer llegó a decir que la custodia de su hija Valeria llegaba demasiado tarde y que recibía sólo mensajes de socorro de sus hijas, la madre denunció en este periódico que su ex marido tuvo bloqueados el WhatsApp y los SMS de sus hijas durante tres años, que la maltraba, etcétera.
Entre medias, también se ha llegado a afirmar que la progenitora tenía problemas con el alcohol, extremo negado por ella, y que Juan Carlos le daba pastillas a su hija Diana para que se calmase. También han salido a la luz las numerosas denuncias interpuestas por Diana López-Pinel y su hija mayor contra Juan Carlos Quer, una polémica que aparentemente él propio padre zanjó cuando afirmó que «tras la demanda de divorcio, cayeron nueve o diez denuncias».
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