Consejo de Ministros

El uso del casco en ciudad será obligatorio para los menores que circulen en bici

Una ciclista circula sin casco por el carril bici de la calle de Alcalá de Madrid
Una ciclista circula sin casco por el carril bici de la calle de Alcalá de Madridlarazon

Tal y como adelantaba LA RAZÓN en marzo, el Consejo de Ministros ha aprobado hoy la obligatoriedad del uso del casco para los menores que circulen en bici tanto en ciudad como en vías interurbanas, dentro del proyecto de reforma de la Ley de Tráfico y Seguridad Vial.

El Gobierno ha aprobado el proyecto de reforma de la Ley de Tráfico y Seguridad Vial que incluye pruebas de drogas y alcohol a los peatones que infrinjan normas de circulación y no solo a aquellos que sean víctimas o copartícipes de un siniestro.

En rueda de prensa al término del Consejo de Ministros, el titular de Interior, Jorge Fernández Díaz, ha explicado que bastará que se cometa una infracción para que las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado puedan someter a los peatones a los test de detección de drogas, mediante la prueba de saliva, y de alcohol.

Drogas y alcohol

El proyecto de reforma regula también "la conducción con presencia de drogas en el cuerpo"que es diferente a conducir bajo los efectos del consumo de drogas, ha recordado el ministro, la cual ya está regulada con una sanción administrativa y otra penal.

En este sentido, Fernández Díaz ha destacado la tolerancia cero que se aplicará en relación a las drogas, sin la presencia de cuadros como sucede con el alcohol.

Respecto a las cuantías, la reforma sube la sanción económica por conducir bajo los efectos del alcohol de los 500 euros actuales a 1.000, misma cifra que se demandará a aquellos que conduzcan con drogas en el organismo.

Así, las tasas máximas de alcohol permitidas no sufrirán variación, ni tampoco los puntos que se restan del carné en caso de ser multado por dar positivo en la prueba de alcoholemia.

De este modo, la tasa máxima permitida para los conductores en general seguirá siendo de 0,25 miligramos de alcohol por litro en aire expirado, que desciende a los 0,15 para los conductores noveles y para los de transportes de mercancías o de vehículos especiales.

El texto prohíbe, por otra parte, el uso de detectores de radar y regula los sistemas de retención infantil, que pasan de un sistema de edad a uno de talla, con una previsión de 135 centímetros, salvo excepciones.

Respecto a los detectores, el ministro ha considerado "útil"volver a prohibir este tipo de aparatos como sucedía hasta 2009, lo que se une a la prohibición de los inhibidores de radar que ya contempla la legislación actual.

Uso del casco para los ciclistas

La reforma regula también el uso del casco en ciudad para los ciclistas, que será obligatorio para los menores de edad mientras que en el caso de los adultos su implantación estará supeditada a las conclusiones de la Comisión de Seguridad Vial del Congreso, que abrirá un debate en otoño con expertos antes de tomar una decisión.

LA RAZÓN ya adelantaba esta obilgatoriedad en un artículo el pasado 8 de marzo y se hacía eco, en mayo, de la polémica surgida en torno a la necesidad de hacer el casco obligatorio o no. De hecho, el pasado 28 de mayo, la directora de la Dirección General de Tráfico (DGT), María Seguí, se mostraba tajante en LA RAZÓN: "El uso del casco en ciudad no sólo es «beneficioso», sino que es una medida «incuestionable».

Límites de velocidad

Este texto dejará preparado también el anexo que incluirá el futuro Reglamento con los nuevos límites de velocidad, toda vez que la pretensión de la Dirección General de Tráfico es aumentar el máximo a 130 kilómetros por hora en determinados tramos y condiciones de autovías y autopistas y rebajarlo en las carreteras convencionales e, incluso, en algunas calles de las ciudades.

Fernández Díaz ha subrayado, además, que a fecha de hoy, el número de personas fallecidas en accidentes de tráfico ha disminuido en un 19 por ciento en comparación con las cifra del año anterior, que cerró con 1.304 muertes, la más baja desde 1960, cuando el parque de vehículos estaba lejos de alcanzar el actual.

El responsable de Interior ha destacado que la reducción de la siniestralidad en las carreteras y el aumento de la seguridad en todas las vías son las bases sobre las que se asienta la reforma, cuya tramitación parlamentaria podría concluir a finales de año.

Una vez completada esta primera etapa, Interior trabajará en el diseño del Reglamento General de Circulación, que si se cumplen los plazos previstos por el Ministerio, será presentado al Consejo de Ministros para su aprobación antes de que finalice el próximo invierno.