Naturaleza

Este es el árbol más bonito del mundo: supera al cerezo en flor japonés

En muchas ciudades latinoamericanas, su floración marca el inicio de la primavera y es motivo de orgullo local

Este es el árbol más bonito del mundo: supera al cerezo en flor japonés
Este es el árbol más bonito del mundo: supera al cerezo en flor japonésWikipedia

Hay árboles que ofrecen sombra, otros que dan frutos y algunos que se han convertido en verdaderos emblemas culturales. Pero entre las miles de especies que pueblan el planeta, hay una en particular que destaca por su espectacular floración y su creciente popularidad en el mundo. Originario de América Latina, este árbol ha sido descrito por expertos en botánica como uno de los más bonitos que existen, capaz de rivalizar (e incluso superar) al célebre cerezo en flor japonés.

No se trata solo de su color: también se distingue por su forma elegante, la frondosidad de su copa y el efecto que genera en el entorno urbano.

El espectáculo es tan impactante que muchas ciudades han adoptado este árbol como parte de su identidad. Aunque su floración dura apenas unas semanas, el fenómeno es tan esperado que se convierte año tras año en un pequeño acontecimiento popular.

Este árbol, conocido científicamente como Jacaranda mimosifolia, es originario de regiones subtropicales de países como Argentina, Paraguay y Bolivia. A diferencia de otras especies decorativas, florece justo después de perder sus hojas, lo que intensifica aún más el protagonismo de sus flores al cubrir por completo las ramas desnudas.

En muchas ciudades latinoamericanas, especialmente en Buenos Aires, su floración marca el inicio de la primavera y es motivo de orgullo local. De hecho, su imagen ha inspirado desde poemas hasta campañas de concienciación ecológica.

A pesar de su popularidad en entornos urbanos, esta especie también se enfrenta a algunos problemas, especialmente en su hábitat natural, donde la expansión urbana y el cambio climático amenazan su conservación. Su cultivo en ciudades ha contribuido a su visibilidad, pero los esfuerzos de protección deben ir más allá del paisaje urbano.