Francia mira a España para atajar el maltrato

El gobierno galo presenta un plan nacional para acabar con el maltrato después de años de pasividad.

Francia tiene un problema con la violencia machista y solo ahora parece quitarse la venda. El pasado fin de semana, el asesinato de Salomé, joven de 21 años en el sur del país, se traducía en la víctima número 100 en lo que va de año. Las alarmas saltaban en distintos estamentos de la sociedad gala, administraciones y medios de comunicación incluidos, hasta ahora bastante anestesiados respecto a un problema, que a diferencia de España, nunca ha generado titulares y quedó siempre relegado a un puñado de líneas en la sección de sucesos. La falta de eco de las mujeres asesinadas en Francia ha sido siempre parte de un problema que ahora el gobierno quiere corregir.

Ayer arrancó la gran conferencia nacional de la que debe salir un gran plan nacional transversal a todos los terrenos: desde el policial hasta el jurídico pasando por el educativo y el hospitalario. Y para encontrar soluciones Francia mira a España. Los medios de comunicación reconstruyen en artículos los pasos que durante años nuestro país ha dado en este sentido e, incluso, los telediarios franceses han recuperado las imágenes y el caso de Ana Orantes, quemada viva por su marido en 1997 después de contar en televisión 40 años de calvario. «El simbólico caso español que impulsó imparables cambios legislativos» era el titular ayer que coincidía en cabeceras de la Prensa gala que ahora sí y con años y años de retraso, se preguntan por qué Francia no ha seguido los pasos de España.

Las asociaciones feministas movilizadas, especialmente desde hace dos años con el impulso feminista global, desean que esta toma de conciencia se traduzca en un plan dotado de «al menos» 500 millones de euros, lejos de los 79 millones destinados específicamente a esta lucha, según un estudio llevado a cabo por cinco organizaciones. En la presentación de la conferencia del plan nacional de lucha contra la violencia de género, Édouard Philippe, primer ministro, anunció este martes la «movilización» de 5 millones de euros, destinados a crear un millar de plazas de acogida temporal de mujeres maltratadas o amenazadas. Una cifra que las asociaciones siguen considerando insuficiente. También abogan por formar mejor a los policías y gendarmes que tienen que recibir las demandas de las víctimas para evitar que sean ignoradas y así llegar a la conclusión de que presentar una demanda no tiene utilidad. En el terreno judicial, está previsto el nombramiento de 170 fiscales especializados y negociar nuevos procedimientos para dar más facilidades y «agilidad» a la presentación de denuncias.

Las conclusiones de esta gran conferencia de dos meses serán anunciadas el 25 de noviembre, con motivo del Día internacional para la eliminación de la violencia contra las mujeres.