Infancia
Si guardas estos juguetes de tu infancia tienes un tesoro: la razón por la que valen una fortuna
Cartas de Pokémon, My Little Pony o Transformers son algunos de los objetos que hoy alcanzan precios sorprendentes en el mercado
Lo que un día fue un simple entretenimiento, hoy puede convertirse en una fuente de ingresos. El mercado del coleccionismo no deja de crecer y algunos juguetes que marcaron a toda una generación han alcanzado cifras que pocos hubieran imaginado. Desde cartas de Pokémon hasta muñecas Cabbage Patch, varias piezas se han revalorizado y se pagan por ellas auténticas fortunas en subastas y plataformas de compraventa.
Cartas de Pokémon: del recreo a miles de euros
Lanzadas a finales de los 90, las cartas de Pokémon se han convertido en una mina para los coleccionistas. Ediciones limitadas y primeras tiradas pueden llegar a venderse entre 3.500 y 8.300 euros, dependiendo de su rareza y estado de conservación.
My Little Pony Princess Rapunzel: la joya más buscada
Entre los míticos ponis de Hasbro, uno de los más codiciados es My Little Pony Princess Rapunzel. Una de estas figuras se subastó por más de 1.300 euros, convirtiéndose en una pieza clave para los fans de la franquicia.
Transformers originales: robots con valor añadido
Las figuras originales de los Autobots, especialmente si se conservan en su caja sin abrir, alcanzan precios notables en el mercado de coleccionistas. Algunas unidades pueden venderse por varios miles de euros.
Super Mario 64: un videojuego récord
El clásico de Nintendo no solo revolucionó la forma de jugar, también marcó un hito en el coleccionismo. En 2021, una copia sellada de Super Mario 64 se vendió por 1,33 millones de euros, situándose entre los videojuegos más caros de la historia.
Muñecas Cabbage Patch: de lo entrañable a lo exclusivo
Las conocidas como “Muñecas Repollo” fueron un fenómeno en los años 80. Hoy, sus versiones más raras, como la edición Payaso, pueden alcanzar los 10.000 euros. Incluso las versiones normales cotizan entre 1.600 y 2.000 euros.
¿Tienes un tesoro escondido en casa?
Más allá de la nostalgia, estos objetos se han convertido en piezas de coleccionista con gran valor económico. Revisar los cajones de la infancia puede ser más rentable de lo que parece: quizá ese juguete olvidado no sea solo un recuerdo, sino también una inversión inesperada.