«Si no hubiera recibido apoyo mi situación sería muy diferente»

«Soy quien soy ahora mismo por la asociación Valdeperales. Creo que mi vida no sería igual sin su apoyo», reconoce Viviana Fernández, quien llegó a Madrid procedente de Ecuador con sus padres y uno de sus tres hermanos cuando solo tenía 4 años.

«Mis dos hermanos mayores se quedaron en Quito, una separación que fue dura, y nosotros nos acomodamos en casa de mi tía paterna en Madrid. Vivíamos muchos en un piso. A mi hermano Iván, que es dos años mayor que yo, y a mí nos escolarizaron en el colegio Luis de Góngora», recuerda Viviana, quien señala que «la adaptación no fue fácil».

Además, solo tres meses después de aterrizar en España, a su madre le diagnosticaron un tumor cerebral, por el que se tuvo que someter a una intervención y permaneció una larga temporada hospitalizada. En este contexto, desde la escuela, asuntos sociales sugirió a la madre la posibilidad de que tanto Iván como Viviana participaran en las actividades desarrollada en la Asociación Valdeperales en el marco del programa CaixaProinfancia.

Un apoyo esencial

«Cada día, de lunes a jueves, al acabar las clases íbamos a la asociación a hacer actividades de ocio, como baile, y sesiones de estudio y, en primaria y ESO, también hice refuerzo de matemáticas», explica Viviana, «mientras que los viernes participábamos en el videofórum, que consistía en ver todos juntos una película».

«Si no fuese por esas actividades, que para mí eran una distracción, y el apoyo que nos ofreció la asociación, que también nos daba una ayuda económica y alimentos, hubiese sufrido mucho más la hospitalización de mi madre», admite la joven, quien, junto a su hermano, también participó en las colonias de verano que el programa CaixaProinfancia ofrecía a través de esta entidad. «Primero hacíamos refuerzo educativo y después ya podíamos disfrutar de la piscina municipal», recuerda.

Sin embargo, uno de los mejores recuerdos que Viviana guarda de su relación con la asociación data de 2014, cuando en Semana Santa realizaron el camino de Santiago. «Es la mejor experiencia de mi vida», asegura.

Y es que las personas que formaban parte de la entidad se acabaron convirtiendo en una segunda familia para ella. «Los niños estábamos agrupados por franjas de edades y lo hacíamos todo juntos. Son quienes yo considero mis amigos de toda la vida y no los de la escuela y, por eso, aún mantengo contacto con ellos. De hecho, hemos bautizado nuestro grupo de WhattsApp como “familia Valdeperiana”», relata Viviana.

En este sentido, la joven señala que en la asociación encontró «apoyo emocional y de todo tipo, comprensión, personas que estaban en la misma situación, el sentimiento de pertenencia a un grupo e ilusión», la ilusión que desde la entidad les transmitían, por ejemplo, los días previos a la llega de los Reyes Magos. «Les escribíamos una carta con nuestras peticiones y, a veces, incluso, nos contestaban, lo cual para nosotros era la máxima ilusión».

Una nueva vida

Pero es que a día de hoy, con 25 años, Viviana siente aún «que la asociación está muy pendiente de ella y su familia». Tras acabar la escuela, la joven completó un grado medio de Técnico en Atención a Personas Mayores, pero como su vocación era ejercer de profesora infantil, a posteriori cursó un grado superior de Educación Infantil, así como Educación Infantil y Magisterio Infantil.

Actualmente, trabaja de auxiliar de enfermería en una residencia de personas mayores y, aunque inicialmente esa no era su principal elección a nivel profesional, ahora dice «sentirse muy feliz». «Yo quería ser profesora, pero hice prácticas en una residencia y me encantó», hasta tal punto que estudia un grado medio de Auxiliar de Enfermería para poder trabajar en hospitales.

En cualquier caso, Viviana tiene una cosa clara. «Si no hubiese sido por el programa CaixaProinfancia y la asociación Valdeperales, mi situación ahora sería totalmente diferente».

«Nos han apoyado muchísimo, no solo por lo que se refiere al refuerzo escolar o las actividades de ocio, sino porque han estado ahí día a día», concluye.