La colonización japonesa

Sushi, ramen, manga, sake, kendo, aikido, rakugo... Algunas de estas palabras le suenan, ¿verdad? Sobre todo las relacionadas con la cultura y la gastronomía, el resto van entrando, poco a poco, en nuestras vidas. Sin duda, el universo japonés gusta. Todo lo que llega del país nipón triunfa en España y no tarda en ponerse de moda. Ellos siempre han sentido fascinación por la cultura española. Es más, hace más de 20 años que levantaron allí Parque España, un centro temático lleno de bailaores y zancudos, en el que incluso han construido una réplica de las pinturas rupestres de Altamira. La fascinación cultural parece que empieza a ser recíproca, es más de acuerdo con las previsiones de Hosteltur, Japón es el destino favorito para este año de los recién casados. A ello se suma que Iberia ha abierto su primera ruta directa hacia el país nipón. Hace seis años, los españoles sólo representaban el 0,5 por ciento de los turistas que acudían al país. En 2015 se batió el récord de turistas españoles en Japón con 77.186 visitantes. Todo ello gracias a la llegada de su cultura a nuestro país.

No es raro entrar en una librería y encontrar títulos que nos incitan a seguir la dieta japonesa, a practicar alguno de sus deportes o a realizar ejercicios de meditación para huir del estrés de Occidente. A ello se suman sus productos de belleza que arrasan en las perfumerías e, incluso, el cine japonés que, hace unos días, inició su primer ciclo en Madrid. Lo nipón gusta y mucho.

Psicología

Que las cicatrices fortalezcan

«Kintsukuroi» es el antiguo arte japonés de recomponer lo roto. Como explica el psicólogo Tomás Navarro, en Japón «cuando se rompe una pieza de cerámica, los maestros kintsukoroi la reparan con oro, dejando a la vista la reconstrucción, ya que, para ellos, una pieza reconstruida es a su vez símbolo de fragilidad, fortaleza y belleza». Este experto utiliza este símil japonés para demostrar en su libro «Kintsukuroi. El arte de curar heridas emocionales» (Zenith) que cuando uno tiene una cicatriz emocional no hay que ocultarla, sino que es necesario «pegarla con oro» para reflejar que has salido fortalecido de la circunstancia que te provocó dolor. Así, trasladando el arte japonés a nuestras vidas «podemos aprender a convertir las dificultades en oportunidades para hacernos personas más fuertes y bellas». Navarro combina su terapia con la naturaleza, al igual que hacen en el «País del sol naciente». El psicólogo también insiste en que cada persona debe «vivir una vida auténtica. Ser diferente es lo mejor que te ha pasado. No trates de parecerte al resto».

Lo que quieren demostrar los japoneses con su técnica milenaria es que los errores forman parte de nuestra evolución personal y, al contrario de lo que podemos pensar, hacen que la persona se haga más fuerte. La capacidad de recuperarse es una virtud muy valorada entre los japoneses y muy poco extendida en Occidente, pero como ya comentamos, de este error también se aprende.

Educación

La regla del minuto contra la pereza

Los estudiantes japoneses siguen siendo de los mejores del mundo. Así lo certifica el último Informe Pisa, de la OCDE, en el que se muestra el dominio de los alumnos en Ciencia y Matemáticas.

Esta hegemonía explica que muchos padres busquen en la metodología japonesa la clave para mejorar las calificaciones de sus hijos.

La regla del minuto o sistema Kaizen es un método para combatir la pereza que asegura que los niños se habitúen a ciertas tareas sin poner pegas. Se basa en que las mejoras continuas y pequeñas resultan más efectivas que un único gran cambio. La puesta en práctica de este método consiste en realizar una acción o actividad todos los días a la misma hora, pero sólo durante 60 segundos. Así, los niños se irán acostumbrando a la tarea, hasta que ésta ya forme parte de su rutina diaria. Esta fórmula no sólo se tiene que aplicar a los más pequeños, también facilita que los adultos adapten rutinas saludables como el deporte.

Cultura

El cine nipón gana adeptos

El manga y el anime no son movimientos culturales japoneses recién aterrizados en España, pero el interés por este tipo de producciones no ha dejado de crecer en los últimos años. Si hace sólo unos años, se realizaban una o dos ferias de manga en España, y en recintos pequeños, ahora se pueden celebrar hasta siete encuentros a lo largo del año. Y no escogen cualquier enclave, sino que el gran recinto de Ifema ya les ha abiertos sus puertas. A ello se suma la gran acogida que existe tanto del cine japonés como de la literatura. Es más, en el pasado Festival de San Sebastián, el director Makoto Shinkai presentó su nuevo filme «Your Name» y se alzó con el premio a Mejor Película de Animación en el pasado Festival de Sitges. Esta historia que narra el romance entre un chico y una chica que sueñan que se intercambian las mentes se ha convertido en número uno en Japón y ya ha recaudado 192 millones dólares de taquilla.Es la segunda película más taquillera de animación japonesa de la historia en Japón, sólo por detrás de «El Viaje de Chihiro». Es por ello que su autor se considera como el nuevo Miyazaki. Llega a España el 7 de abril.

Hábitos

La «magia del orden» en cada casa

Uno de los mayores dolores de cabeza por los que hay que pasar, al menos una vez en la vida, es una mudanza. Pero, lo peor no es el traslado de muebles, si no decidir qué viaja y qué se tira. Es en ese momento en el que se echa un poco de menos ese orden inexistente dentro del hogar y que una japonesa, de nombre Marie Kondo, ha venido a crear. ¿A qué se dedica? «Soy consultora de organización», afirma. Y con su libro «La magia del orden» (Aguilar) ha entrado en miles de casas españolas para revolucionar su manera de almacenar. Ha creado un método, el Konmari, que aplica a cada caso concreto y que, una vez, implanta consigue que esa persona sea ordenada para siempre. Acude tanto a casas particulares como a oficinas. Lo que ella promueve es que, una vez implantado su método, la persona no tenga que volver a ordenar su espacio nunca más, por lo que no sólo cambia una estancia, sino que Konmari modifica la manera de pensar y los hábitos de una persona.

Se basa en dos normas muy sencillas: decidir si se desprende o no de una cosa y, si sigue formando parte de nuestras vidas, saber dónde ubicarla. Ella explica que se coge cada objeto, se pega al pecho y se decide si nos hace felices o no. Esa es la clave, que nos transmita alegría. Si no es así, es prescindible.

Belleza

Masaje de emperatrices

Las mujeres de Japón, al contrario que las españolas, huyen del sol. Sin embargo todas buscan lo mismo: una piel libre de imperfecciones y, por supuesto, de arrugas. Por ello, no es de extrañar que con la tradición milenaria que tienen en este país donde aún existen geishas –aunque en un número muy pequeño– que cuidan cada detalle de su vestuario y de su maquillaje, se desarrollen productos cada vez más innovadores. Y es que ocho de cada diez japonesas consideran que si usan cosméticos están guapas. Así, Shiseido, la cuarta empresa cosmética más importante de Japón, con sus innovaciones va robándole terreno a las marcas occidentales. ¿Su principal interés? Crear productos que ayuden a una piel sana. Su volumen de negocio no deja de crecer.

Además de la piel, en Japón se cuida mucho el cabello.

Esa búsqueda de la piel perfecta también ha impulsado la creación de una técnica que llamada kobido, masaje de las emperatrices o lifting japonés, un tratamiento facial que reafirma la piel y retrasa su envejecimiento.

Allí, el pelo liso y fino es lo habitual y hace más de dos décadas crearon una técnica para tenerlo perfecto. Es lo que se conoce como alisado japonés. Una técnica que cambia la estructura interna del cabello para conseguir un liso permanente.

Gastronomía

Japón no sólo se alimenta de sushi

¡Que levante la mano el que no se haya visto tentado por realizar un curso de cocina de sushis y makis! O se haya planteado comprarse un kit de cocina para alardear ante los amigos... Esta especialidad de comida japonesa llegó hace unos años a nuestro país y pretende quedarse muchos más. El pescado crudo rodeado de algas y arroz ya se encuentra hasta en los supermercados de barrio. Pero no sólo estos pequeños bocados han entrado en nuestras dietas, hay otro plato que triunfa, y mucho. Es el ramen. Cada región del país tiene su propia forma de cocinar estos fideos de arroz. Sin embargo, en ellos nunca falta el miso, un condimento a base de soja que se le añade a la sopa, y al pescado. Se pueden sumar otros «toppings» como algas o lonchas de cerdo. Así descrito puede parecer muy ajeno a lo que gusta en España, pero muy lejos de la realidad. Hay un restaurante en Barcelona, Ramn Ya Hiro, donde la gente no duda en hacer colas de más de dos horas por probar un plato de esta sopa japonesa, junto a unas gyozas (empanadillas niponas).

El dulce nipón también está cautivando paladares españoles más allá de los famosos mochis (arroz glutinoso). La pastelería Panda, de Hattori Hanzo, en Madrid es un buen punto de partida.