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Contaminación ambiental

La DGT estudia el cambio de las etiquetas “Eco”

Un grupo de expertos analizará si la medida se puede mejorar Los fabricantes alertan de que introducir nuevas modificaciones generaría dudas e indecisión para comprar coches y daría pie a una cascada de reclamaciones

La clasificación del parque es un instrumento eficaz al servicio de los ayuntamientos / Foto: Dreamstime larazon

Un grupo de expertos analizará si la medida se puede mejorar Los fabricantes alertan de que introducir nuevas modificaciones generaría dudas e indecisión para comprar coches y daría pie a una cascada de reclamaciones.

El cambio no es inminente, pero un grupo de expertos de la DGT valorará la aplicación de los distintivos ambientales que algunos ayuntamientos, como el de Madrid, exigen llevar de manera obligatoria a los conductores desde el próximo 24 de abril para poder circular por las 472 hectáreas del centro de la capital vetadas a los coches contaminantes. «Los expertos analizarán si la medida se puede mejorar», aseguran desde la DGT. Con ello, la institución, dependiente de Interior, abre la puerta a un cambio del etiquetado a medio plazo porque actualmente, «no se va a producir ninguna modificación».

La posibilidad de un cambio del etiquetado ha encendido todas las alarmas en el sector del motor, que viene sufriendo desde hace meses diferentes medidas contra el automóvil que han hecho que las ventas de coches hayan descendido en un 11% durante el pasado ejercicio y, tras los resultados de los dos primeros meses, ya acumulan seis meses de bajada continuada de las matriculaciones. Fuentes de Anfac, la asociación de fabricantes, creen que las etiquetas, que tanto han tardado en llegar, tienen que consolidar su uso antes de entrar en posibles cambios que desorientarían a los usuarios. Estas modificaciones sólo introducirían nuevas dudas en los usuarios y, como consecuencia de ello, más indecisión y dudas a la hora de comprar vehículos nuevos.

Para esta asociación, «las etiquetas son una herramienta muy adecuada para orientar las políticas de movilidad y anticontaminación y para incentivar la renovación del parque de automóviles, ya que dividen a los vehículos en función de su tecnología y potencial contaminador». Hay que recordar que la edad media de los coches en España es actualmente de 12,5 años y el nuestro es el segundo parque más antiguo de Europa, tras Grecia. «Antes de abordar cambios –argumenta Anfac– las etiquetas aún necesitan incrementar su uso en los distintos municipios y consolidarse como herramienta de uso».

Por otra parte, muchos fabricantes temen la reacción de los clientes que hayan adquirido automóviles con etiqueta Eco y que, si hay modificaciones, sus vehículos puedan perder esta característica y, por tanto, la posibilidad de circular por las calles reservadas a este tipo de vehículos. Una modificación no ordenada podría dar pie a un sin fin de reclamaciones, incluso por la vía judicial, que traería muchos problemas a las empresas del motor y que, lógicamente, serían desviadas hacia los ayuntamientos o a la DGT.

La postura de los fabricantes es que la Administración debería establecer unas normas anticontaminación que fijara los límites de emisiones y no discriminara el tipo de combustible utilizado. Porque los nuevos motores diésel contaminan menos que los de gasolina tanto en CO2 como en NOx y son indispensables para poder cumplir los protocolos de reducción de emisiones exigidos por la Unión Europea y, aceptados por España. La cuestión, según dicen algunos expertos, no es tanto la clasificación del etiquetado que se ha realizado por la DGT, como las consecuencias jurídicas que tiene la aplicación del etiquetado dependiendo del ayuntamiento del que se trate y que esto derive para los conductores en un escenario rondante hiper regularizado.

«Lo que está en cuestión son las decisiones que toman los ayuntamientos sobre el etiquetado ambiental, no las etiquetas en sí mismo», aseguran expertos del sector. La DGT establece que es voluntario exhibirlas, mientras que el Ayuntamiento de Madrid, por ejemplo, lo regula como una obligatoriedad si se quiere circular por Madrid Central. Así nos encontramos que es difícil controlar las emisiones de los híbridos enchufables para circular por capitales como Madrid y saber cuando entra en gasolina o en modo eléctrico y, sin embargo, tiene vía libre para circular en casi todos los episodios de contaminación previstos, excepto en los muy extremos, que aún no se han alcanzado. Son cuatro los distintivos ambientales creados en función del impacto medioambiental de los vehículos. Esta categorización tiene su origen en el Plan nacional de calidad del aire y protección de la atmósfera 2013-2016 (Plan Aire) en el que se afirma que tanto las partículas como el dióxido de nitrógeno tienen en el tráfico rodado la principal fuente de emisión en las grandes ciudades y propone la clasificación de los vehículos por niveles de contaminación.

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