El caos cuaja

La nieve que cae desde primera hora en la Comunidad de Madrid, que ha llegado a cuajar incluso en la capital, ha provocado incidencias como la cancelación de 49 vuelos en Barajas y de clases universitarias, así como problemas de circulación en carreteras donde todavía es necesario el uso de cadenas.

La Agencia Estatal de Meteorología había previsto una acumulación de nieve de dos centímetros en la ciudad de Madrid desde las doce de la noche del domingo hasta las doce de la mañana del lunes. A esa hora, la Aemet había previsto que la nieve se convertiría en lluvia y para las seis de la tarde, que las precipitaciones desaparecerían. Se quedó corta. Los copos empezaron a caer pasadas las nueve de la mañana y, salvo algunas paradas intermitentes, no paró de nevar en todo el día en Madrid. A mitad de jornada, tanto la Aemet, como la Delegación del Gobierno, la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento elevaron el nivel de las alertas hasta advertir que la nieve, que ya había cuajado, podía subir hasta cinco centímetros. Pero para entonces el caos ya estaba montado. Los problemas circulatorios habían empezado incluso antes de que comenzara a nevar. La zona norte de la capital quedó totalmente colapsada desde primera hora de la mañana, cuando la nieve no había aparecido aún, por el corte del túnel de Plaza Castilla, que ya llevaba días con trabajos de mantenimiento que habían provocado cortes en algunos carriles, y que ayer quedó totalmente cerrado en plena hora punta por «trabajos urgentes de conservación», según se excusó posteriormente el Ayuntamiento de Madrid. Los cortes en el túnel entre Pío XII, Monforte de Lemos y Sinesio Delgado, así como los cierres parciales en los de Sor Ángela de la Cruz y Azca, dejaron el nudo de Manoteras y la M-40 como única alternativa al tráfico por el norte de la ciudad. Con las consecuencias del cierre de los túneles aún visibles en las carreteras, comenzó la nevada. Inés Sabanés, responsable de Movilidad en el Gobierno de Manuela Carmena, trató de echar balones fuera por el impacto que el corte de estos túneles había tenido sobre el tráfico: «Estos cierres se deben a inundaciones y problemas estructurales, que son de siempre en esos túneles».

A media mañana, la M-40 tuvo que ser cerrada para camiones (hasta las 15:30 horas) en todo el arco norte, zona donde se empezaron a sufrir las consecuencias primero. Un carril de esta vía quedó también cerrado para la circulación de vehículos de emergencias y quitanieves. La carretera de Colmenar (M-607) sufrió cortes intermitentes durante todo el día, así como la A-1, en la que desde mediodía se prohibió la circulación de camiones y de vehículos articulados desde El Molar hasta Somosierra. Cerca de las 21 horas, el estado intransitable de esta autovía obligó a cortarla a lo largo de 90 kilómetros, entre San Agustín de Guadalix y el municipio segoviano de Boceguillas. También se registraron cortes en la A-6, entre Puerta de Hierro y Collado Villalba; en la AP-6 entre Collado Villalba y Adanero (Ávila) y en la M-607 a la altura de la Universidad Autónoma. Precisamente, el Rectorado de la Autónoma de Madrid fue la primera en acordar el cierre del campus de Cantoblanco. A la UAM le seguieron todos los campus de la Rey Juan Carlos, que desde las dos de la tarde anuló las clases «ante la inseguridad ocasionada por las condiciones meteorológicas». El Centro de Emergencias Madrid 112 atendió más de 90 incidentes de tráfico relacionados con la nieve: vehículos cruzados y pequeños alcances, que no revistieron gravedad pero sí provocaron enormes retenciones en la A-1 en sentido entrada, la M-607 también en sentido salida, en la M-30 y en la A-6 también sentido salida desde Moncloa. Dentro de la red de Cercanías, la única que registró cortes en la circulación fue la C9 (Cercedilla-Cotos).

Las complicaciones por la tarde no cesaron. La salida habitual en colegios y empresas se adelantó ante el miedo a que la nevada no cesara. Muchos centros escolares recomendaron a los padres de los niños que acudieran antes a recogerlos si podían, y muchas rutas escolares de institutos públicos, como el de La Cabrera, el Carpe Diem de Chinchón, el Villarejo, el Diego Velázquez de Torrelodones o el Pablo Picasso de Alcalá de Henares, adelantaron el horario de salida. Muchas empresas dieron permiso a sus empleados para salir antes de sus lugares de trabajo adelantando la hora punta de la tarde en todas las vías de circunvalación.

Dentro de la ciudad, la situación no fue mejor. Los bomberos municipales realizaron 40 salidas relacionadas con la meteorología, en su mayoría, para retirar ramas de árboles de las calles y saneamiento de cornisas y fachadas. Un total de 16 líneas sufrieron desvíos en sus itinerarios habituales y otras ocho tuvieron que limitar sus recorridos por imposibilidad para acceder a sus cabeceras, desde el mediodía hasta las tres de la tarde, afectando principalmente al arco noroeste, en los distritos de Moncloa, Fuencarral, Tetuán y Hortaleza.