Crimen organizado
El golpe a «Sito Miñanco»: Un botín de 15 millones
La organización blanqueaba a través de unos astilleros y se comunicaba con terminales encriptados
La organización blanqueaba a través de unos astilleros y se comunicaba con terminales encriptados.
La «operación Mito», que ha culminado con la detención del histórico capo de la droga José Ramón Prado Bugallo, alias «Sito Miñanco», ha permitido a la Policía requisar bienes e inmuebles del narcotráfico por valor de 15 millones de euros. En total son 171 inmuebles, cinco barcos y 139 cuentas bancarias y otros productos financieros que eran propiedad de la organización.
La operación, que ha llevado a la Policía casi un año de investigación, ha acabado con la detención de 43 personas y la intervención de 5.000 kg de estupefacientes. De hecho, con este golpe al narcotráfico se considera que queda desmantelada una de las estructuras narco-criminales más potentes a nivel mundial, según el Ministerio del Interior.
«Sito Miñanco», el Pablo Escobar español, está considerado como el mayor narcotraficante de Europa. Comenzó su carrera delictiva en los años ochenta como contrabandista. Estuvo implicado en la «Operación Nécora». Escapó, pero fue arrestado en el año 1991 y cumplió siete años de prisión. En 1998 obtuvo la libertad provisional, pero fue detenido de nuevo en agosto de 2001 por intentar introducir cocaína en un barco en un golpe propio de una película de acción. En aquella ocasión fue sorprendido a la 1:30 horas en un chalé de Villaviciosa de Odón (Madrid) mientras dirigía, junto a su mano derecha, el colombiano Enrique Arango, un trasvase de cinco toneladas de cocaína de un buque nodriza a un pesquero en aguas internacionales del Atlántico. Fue necesaria la intervención de los GEO, la Agencia Antidroga de EE UU y hasta la Policía montada del Canadá. Después de aquello ingresó en prisión, donde ha permanecido hasta 2011. Ahora, cumplía una condena de 16 y 10 meses en el Centro de Inserción social de Botafuegos en régimen de semilibertad. Sólo acudía a pernoctar al centro.
Eso no le impedía, sin embargo, continuar de lleno con el tráfico de drogas. De hecho, en su última etapa criminal, se asoció a organizaciones criminales búlgaras, turcas y holandesas. En España tenía, además, una extensa red de colaboradores. La estructura principal de la organización criminal estaba asentada en Pontevedra, pero desarrollaba su actividad delictiva en el sur de España, principalmente. De hecho, vivía en Algeciras.
La Policía empezó a tirar del hilo cuando se percató de su presencia en Marbella, junto a otros miembros de su organización. Entonces se constató que estaba inmerso en actividades relacionadas con el tráfico de drogas. Son varias las incautaciones de droga en este último año relacionadas con la operación. En enero pasado llegó a hundir en alta mar dos planeadoras que esperaban el traspaso de 3.800 kilos de coca de un mercante que fue interceptado por la Policía.
«Sito Miñanco» tenía colaboradores en varias provincias. La Policía ha logrado identificarlos después de una minuciosa investigación. En Pontevedra, personas de su confianza se encargaban de la coordinación, la logística y el transporte, mientras que en Madrid, sus secuaces se encargaban del trasporte de dinero en metálico o de droga en coches con un compartimento oculto. También utilizaban a «mulas» para el traslado de droga o dinero a Colombia. El capo gallego disponía de unos astilleros y varios negocios para blanquear el dinero.
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