Aprender a caminar, después del maltrato

Al nordeste de la provincia de Cáceres, los paisajes de la zona de la Vera consiguieron arrobar hace años al emperador Carlos I de España y V de Alemania. En sus últimos años de vida, el monarca decidió morir en esta zona y que así, su cuerpo entrase en pleno contacto con la naturaleza. Sin embargo, la delicadeza hacia todo aquel ser viviente que demostró el nieto de los Reyes Católicos no es compartida por todos los vecinos de la comarca, pues algunos presumen de su tibieza hacia los animales. Muestra de ello es el enésimo caso de abandono vivido en Navalmoral de la Mata (Cáceres). El pasado mes, Nube, un cachorro mezcla de galgo de cuatro meses, no encontró el hogar idóneo. Su dueño se encargó de maltratarla en repetidas ocasiones y sin prestarle la atención adecuada, pues la perra deambulaba por las calles de la localidad. Ésta no fue la única desgracia que vivió el can. En uno de aquellos días en los que su amo la desatendió, Nube fue atropellada por un coche cuyo conductor no se detuvo para atender al animal.

Bichos Raros se cruzó con Nube

Fue entonces cuando el azar hizo que Pilar e Inmaculada, de Bichos Raros –una asociación de ayuda y apoyo a los animales abandonados–, se cruzasen con la perra, que necesitaba una operación urgente. «La gente del municipio nos conoce porque somos un grupo de particulares que siente devoción por los animales y, por ello, se pusieron en contacto con nosotros», explica Pilar. Debido a que en el municipio no contaban con los medios adecuados, la perra llegó a Madrid para que fuese operada. «Sin embargo, nos encontramos con una traba más. Necesitamos a alguien que quiera adoptarla y recaudar fondos para poder costear los gastos del veterinario», señala Inmaculada, que ha acogido altruistamente a la perra hasta que se recupere de las lesiones. A parte de los aproximadamente 600 euros que ha costado la intervención quirúrgica, se necesitan unos 300 euros más para la rehabilitación. Según cuenta Inmaculada, el can debe realizar varias sesiones de ejercicios en el agua y recibir masajes. Insiste en que, «si no realiza los ejercicios oportunos, la pata puede quedarse rígida para siempre y, por tanto, Nube perdería movilidad».

Pilar e Inmaculada han desplegado todos los recursos que están en sus manos para hacer un llamamiento. «Hemos lanzado campañas en redes sociales para recabar el dinero, así como contactar con protectoras». Por el momento, la respuesta no ha sido la deseada pero no pierden la esperanza. «Es un animal muy bueno y con todo lo que ha tenido que sufrir no ha llorado en ningún momento. Quien acoja a la perrita no se va a arrepentir», aclara Pilar.

DONATIVOS Y ADOPCIONES, EL RETO

La asociación Bichos Raros, que lleva una década rescatando animales, consigue sacarlos adelante gracias a colaboraciones solidarias como las del centro de rehabilitación Narub en Navalcarnero (Madrid). Ahora, necesitan que la sociedad preste atención a Nube. Para ello, cualquier donativo que se realice en la siguiente cuenta corriente, ING 1465 0100 91 1713135949, será bien recibido. Además, aquel que esté interesado en adoptar a la perra, puede ponerse en contacto con la asociación en la web bichosraros.org. «Cualquiera no sirve como adoptante. Debe tener una gran pasión hacia los animales, ya que Nube ha sufrido mucho. No puede repertirse en su vida otro capítulo igual», afirman desde la asociación.