Cambios climáticos
Los corales se ponen un «abrigo»
Un estudio comprueba que los que están situados en latitudes altas pueden regular su química interna para favorecer el crecimiento en aguas frías
Los corales que crecen en arrecifes situados en latitudes altas pueden regular su química interna para favorecer el crecimiento en aguas frías, según una investigación publicada hoy en Australia recogida por Efe.
«Los arrecifes de latitudes altas (sobre los 28 grados norte y debajo de los 28 grados sur) tienen menos luz y temperaturas que los de los trópicos y esencialmente son laboratorios naturales para investigar los límites del crecimiento coralino», dijo la autora del estudio Claire Ross, de la Universidad Western Australia (UWA).
La investigación sugiere que el calentamiento de las aguas no aceleraría necesariamente la calcificación de los arrecifes de zonas en que la temperatura del mar se sitúa por debajo de los 18 grados, indicó la UWA en un comunicado.
Los investigadores estudiaron durante dos años los arrecifes de la bahía Bremer, a unos 515 kilómetros al sureste de Perth, conocida entre los aficionados al submarinismo por sus aguas cristalinas, su arena blanca y su gran biodiversidad.
Durante este tiempo los expertos utilizaron técnicas geoquímicas para observar los vínculos entre la química interna de los corales y la tasa de crecimiento en latitudes altas.
Los investigadores esperaban que los corales crecieran más lento durante el invierno por el enfriamiento del agua y la menor cantidad de luz, pero comprobaron que estos organismos mantenían el ritmo de crecimiento durante el invierno mediante la regulación de su química interna.
«También descubrimos que había más comida en el agua para los corales en el invierno, en comparación con el verano, lo que indica que los corales (además de su regulación química interna) deben estar comiendo más para sostener su crecimiento», subrayó Ross.
Los arrecifes coralinos son considerados como uno de los recursos naturales más valiosos al ser el hábitat de numerosas especies, proteger el litoral del oleaje y las tormentas, además de ser una fuente económica a través del turismo y la pesca.
Sin embargo, varios estudios alertan que el proceso mediante el cual los corales construyen su esqueleto está amenazado debido al cambio climático provocado por gases contaminantes que afecta de distintas formas a los corales según su posición geográfica.
«Los hallazgos de nuestro estudio ayudarán a entender y predecir mejor el futuro de los corales de latitudes altas ante el cambio climático provocado por el CO2», remarcó. EFE
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