Chile

Obama promete la reserva oceánica más grande del mundo

El secretario de Estado de EE.UU. John Kerry, durante la apertura del congreso «Nuestro Océano»
El secretario de Estado de EE.UU. John Kerry, durante la apertura del congreso «Nuestro Océano»larazon

La cumbre «Nuestro Océano» concluyó este martes en Washington con el anuncio de nuevos y diversos compromisos para proteger los fondos marinos de varios países de la región del Pacífico que supondrán un total de más de 3 millones de kilómetros cuadrados de nuevas reservas marítimas.

La segunda y última jornada del encuentro arrancó con el anuncio del propio presidente estadounidense, Barack Obama, a través de una intervención grabada, de medidas dirigidas a ampliar las áreas de protección marítima de Estados Unidos en ese océano, algo que, de ejecutarse, crearía la reserva oceánica más grande del mundo.

Obama insistió en que el cambio climático, la pesca abusiva y la contaminación amenazan con degradar los fondos marinos, por lo que su Administración ha decidido «liderar» la lucha por su preservación, comenzando por un memorándum emitido hoy mismo para que las agencias federales trabajen en favor de la pesca sostenible.

La cumbre, cuyo objetivo último es trazar un plan global contra el deterioro del océano, abordó asuntos como la acidificación de los mares, el incremento de las conocidas como «zonas muertas» o la sobreexplotación pesquera, temas expuestos por científicos para cuya solución también se presentaron propuestas.

Y es que, según datos de la propia conferencia, más de 50 millones de personas trabajan en la pesca y la acuicultura, muchos en pesquerías de pequeña escala que son claves para la economía de sus comunidades, mientras que más de 3.000 millones de personas, la mayoría habitantes de los países más pobres y menos desarrollados, dependen del océano como fuente primaria de proteínas.

Líderes internacionales provenientes de unos 80 países intercambiaron pareceres con activistas, medioambientalistas y expertos para delinear ese camino hacia la conservación marina que nunca ha sido abordado desde una perspectiva internacional.

El ministro de Exteriores de Noruega, Børge Brende, se sumó hoy a las iniciativas de los distintos gobiernos y anunció una inversión de 150 millones de dólares para la promoción de la pesca sostenible en el exterior, mientras que su par chileno, Heraldo Muñoz, informó de la implementación de nuevas políticas en su país para perseguir la pesca ilegal.

Muñoz, que subrayó la importancia de la conferencia para su país dada la larga costa que recorre Chile de norte a sur, propuso a los casi 400 asistentes que el año próximo se lleve a cabo en la ciudad chilena de Valparaíso la segunda edición del encuentro, para dar seguimiento a los planteamientos expuestos.

Otro de los participantes destacados fue el actor Leonardo DiCaprio, que quiso unirse a los esfuerzos e instó a los líderes mundiales a tomar las riendas sobre políticas de conservación marina, además de anunciar que su fundación dedicará siete millones de dólares en los próximos dos años a proyectos que ayuden al cuidado de los océanos.

«Me encuentro hoy aquí para desafiar a todos ustedes a intensificar sus labores, a utilizar sus posiciones de poder para garantizar la salud de los océanos, que son tan vitales para la vida de las personas de todo el mundo. Juntos podemos resolver este problema, pero no va a ser fácil. Hay que tener valor, sacrificio y verdadero liderazgo», dijo DiCaprio.

El actor enumeró las numerosas iniciativas en las que colabora su fundación junto a las organizaciones asociadas Oceans 5, Pristine Seas y Oceana, y relató su experiencia en el océano Antártico, donde según recordó habitan algunas de las mayores poblaciones mundiales de peces, pingüinos, focas, ballenas y aves marinas.

El encuentro de dos días ha sido un esfuerzo sin precedentes para intentar trazar una política internacional que cuide de los mares, como recordó en la clausura el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, anfitrión de la reunión.

«Nuestra meta es que este plan se traduzca en una política oceánica global unificada. Ahora los gobiernos, obviamente, tienen un papel importante que desempeñar. Todos lo sabemos», concluyó.