Manipulación intencionada

Habilidades
La infancia es la etapa más importante de todo ser humano, pues, es en esta donde encuentra, forma y desarrolla aspectos fundamentales como la identidad, la personalidad y el carácter. Asimismo, como consecuencia natural del curso de la vida, las actividades que llevemos a cabo e implantemos en la rutina diaria dictaminarán el desarrollo cognitivo que repercute sobre las actividades básicas de todo ser racional. Esta proliferación implica tanto a la memoria como al raciocinio y consigo las diversas formas de encarar los inconvenientes que presenta la vida.
Por tanto, la educación cobra un papel esencial en la persona que el pequeño será en el futuro. En este sentido, los cuatro valores que toman forma durante esta etapa son la razón primera de su importancia. La confianza con el prójimo y con uno mismo es un sentir de vital trascendencia, del mismo modo que la seguridad. Ambos conceptos coexisten y se relacionan entre sí y un trauma tempranero o la aparición de problemas sociales pueden contribuir a una irrupción que frene su crecimiento.
Por otro lado, la toma de decisiones es otro de los motores que contribuyen al progreso de habilidades relacionales. Todo ello constituye el encuentro con la felicidad, otro de los principios que protagonizan el devenir personal del individuo. Sin embargo, la puesta en marcha de algunos hábitos específicos pueden provocar ciertos beneficios de cara al porvenir. Es así como, muchos estudios confirman que la lectura, entendida como hábito y ocio diario, puede llegar a afectar al futuro laboral de quién la practique.
El acto de leer cobra un papel significativo en nuestros tiempos, aquellos que son presididos por la tecnología y gobernados por los malos hábitos del día a día. La lectura no solo supone el aumento del conocimiento sino el ejercicio de la memoria y la expansión de la imaginación. Hay que hacer un inciso y es que no es lo mismo leer que ojear, pues nos pasamos todo el día observando mensajes y deslizando la información en el teléfono. Ejercer una lectura comprende la práctica de entender, considerar y recordar lo leído.
Para los más pequeños, la ficción y la lectura, independientemente de su nivel de complejidad, refuerzan el pensamiento propio y acercan al joven las cosas que le rodean que no son percibidas en un primer momento. Es imprescindible que el desempeño de esta acción se conforme desde la libertad de cada uno, ya que, si se llega a establecer como una imposición, como muchas veces sucede en la docencia, puede llegar a generar el efecto opuesto al buscado en un primer momento.
A largo plazo, muchos estudios han sustentado la posibilidad de que, las personas que han practicado este hábito, han llegado a puestos laborales más altos y con condiciones más optimas. En otras palabras, la lectura contribuye a la búsqueda del éxito al logro del mismo en el ámbito profesional debido a todas las mejoras que ofrece.
Para que este hábito se implante desde la naturalidad, el progenitor puede establecer y enseñar una serie de actos que desemboquen en la misma:
Manipulación intencionada