Demografía

La población europea aumenta su esperanza de vida por primera vez en 25 años

La disminución de la mortalidad por enfermedades cardiovasculares y cáncer han provocado incrementos de entre un año y dos años y medio

La esperanza de vida al nacer en 2050 será de casi 87 años
La disminución de la mortalidad femenina por enfermedad cardiovascular ha sido un factor determinante en el aumento de las esperanza de vida en Europa Cristina BejaranoLa Razón

La esperanza de vida es una herramienta fundamental para hacer un seguimiento del bienestar de la sociedad y para medir el progreso social entre las poblaciones que envejecen rápidamente. La pandemia de covid disminuyó este indicador en Europa, que pasó de los 81,3 años en 2019 a los 80,1 en 2021, según datos de la oficina de estadística de la Unión Europea (Eurostat). Sin embargo, una investigación de la Agencia internacional para la Investigación del Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés) de la Organización Mundial de la Salud (OMS), hecha pública esta semana, señala que la esperanza de vida de los ciudadanos de 28 países europeos ha aumentado en los últimos 25 años debido a la disminución de la mortalidad por enfermedades cardiovasculares (ECV) y por cáncer.

El análisis, publicado en "European Journal of Epidemiology" y realizado en colaboración con el Instituto Nacional de Oncología de Hungría, profundiza en los avances en la esperanza de vida durante el último cuarto de siglo que son atribuibles al progreso en el control de las ECV en comparación con los tipos de cáncer comunes en cada uno de los 28 países europeos. Las mejoras varían notablemente según el país, el sexo y el tiempo.

La investigación hace una distinción entre los países fundadores de la UE frente a aquellos que se incorporaron en 2004 (Chipre y Malta, Chequia, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Hungría, Letonia, Lituania y Polonia), ya que se ha demostrado ampliamente que el crecimiento económico continuo y la mejora de la atención sanitaria en los primeros frente a los segundos ha provocado- y provoca- una brecha contínua en la esperanza de vida. La distinción por sexo también es un factor esencial.

En concreto, entre los hombres de los países de Europa Occidental, la disminución de la mortalidad por ECV contribuyó en mayor medida al aumento de la esperanza de vida que la disminución de la mortalidad por cáncer: se ganaron 2,26 años con la disminución de la mortalidad por ECV frente a 1,07 años por la disminución de la mortalidad por cáncer, informa Ep.

Por otra parte, entre los varones de Europa Oriental ganaron 2,23 años con la disminución de la mortalidad por enfermedades cardiovasculares, frente a 0,84 años con la disminución de la mortalidad por cáncer.

Entre las mujeres de los países fundadores de la UE, el aumento de la esperanza de vida de 1,81 años fue atribuible a la disminución de la mortalidad por enfermedades cardiovasculares, frente a los 0,54 años de la disminución de la mortalidad por cáncer. En los países que accedieron en 2004, los aumentos de 2,33 años fueron atribuibles a la disminución de la mortalidad por enfermedades cardiovasculares, frente a 0,37 años por la disminución de la mortalidad por cáncer.

El cáncer de pulmón y de estómago- seguidos del cáncer colorrectal y de próstata- en los hombres y el cáncer de mama- seguido del cáncer colorrectal y genital- en las mujeres fueron impulsores clave de los aumentos en la esperanza de vida debido al cáncer en general, con disminuciones más marcadas de las muertes relacionadas con tumores de mama en Europa Occidental. Sin embargo, estas tienen un impacto cada vez menor dadas las crecientes tasas de mortalidad femenina por cáncer de pulmón en, por ejemplo, Hungría, Eslovenia y Croacia, especialmente entre cohortes de 55 a 70 años. "Nuestro análisis proporciona una ilustración del progreso en el control del cáncer a través de reducciones en las tasas de mortalidad por cáncer de mama y próstata que están relacionadas con un espectro amplio y complejo de intervenciones de control del cáncer, incluida la detección temprana mediante mamografía, pruebas de PSA y tratamiento curativo, así como un mejor diagnóstico y un mejor acceso a tratamientos eficaces e innovadores", explican los autores.

A lo largo de los 25 años, la brecha de esperanza de vida entre los dos conjuntos de países se ha reducido de 6,22 a 5,59 años en los hombres y de 4,03 a 3,12 años en las mujeres, con la disminución de la mortalidad femenina por enfermedad cardiovascular como factor determinante. "Existe una diversidad considerable en las tasas de disminución de la mortalidad en los estados miembros de la UE por enfermedades cardiovasculares y cáncer, y los avances en la prevención y el tratamiento de las primeras contrastan con un progreso más variable en las segundas", señala el trabajo.