Fauna marina
¿Por qué el “melón” de las belugas es tan especial?
Las belugas son animales sociales y curiosos con cerebros complejos y un sistema de comunicación altamente eficaz
Pocas especies marinas tienen el poder de despertar tanta ternura como las belugas. Sin embargo, estas enormes criaturas son mucho más que unos seres sumamente simpáticos. Pero no hay que dejarse embelesar únicamente por su apariencia amable, lo cierto es que estas enormes criaturas tienen características únicas que las hacen de los más interesante:
Algunas curiosidades de las belugas
La beluga fue descubierta en 1776 por el zoólogo alemán Peter Simon Pallas, quien realizó la primera descripción del cetáceo durante sus expediciones en Rusia. El nombre de la especie proviene de la palabra rusa "beloye", que significa "blanco". Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN), existen alrededor de 136.000 belugas que habitan los mares árticos. La IUCN cataloga a esta especie en su lista roja de especies amenazadas.
La beluga vive en mares árticos con temperaturas por debajo de los 0 grados Celsius. Aunque algunos grupos migran a aguas relativamente cálidas durante el verano. Incluso se les ha llegado a ver nadando en ríos. Las belugas pueden sumergirse hasta un kilómetro por debajo de la superficie y permanecer bajo el agua durante más de 25 minutos sin subir para respirar.
Estas pequeñas bayenas pueden alcanzar los 4.8 metros de longitud y los 1.4 toneladas de peso. Su dieta consiste en pequeños peces y crustaceos y puede llegar a vivir unos 50 años, aproximadamente. La especie es sociable y curiosa, moviéndose en manadas dirigidas por un macho dominante de alrededor de 10 integrantes. Son capaces incluso de crear estrategias para cazar en grupo.
Sin duda, el lector se estará preguntando cómo es posible que un grupo de ballenas orqueste un ataque. Pues bien, estas fantásticas criaturas poseen altas capacidades cognitivas y un sistema comunicativo altamente eficaz que les permite coordinarse y desarrollar complejos planes tácticos.
El secreto de las belugas:
Las belugas tienen cerebros realmente grandes, pesando alrededor del doble que el cerebro humano y más del doble del tamaño que se esperaría para un mamífero de su peso corporal. Concretamente, su neocórtex, que es la parte del cerebro responsable del pensamiento analítico, la autoconciencia, el razonamiento, la percepción y la comunicación. Tiene incluso más pliegues que el cerebro humano, lo que sugiere que podrían tener incluso más elementos de procesamiento en su neocórtex que nosotros. Es por este motivo que las belugas son realmente curiosas y necesitan explorar, investigar, jugar, aprender y ser desafiadas tanto por su entorno vivo como por el físico.
Por otro lado, la comunicación de las belugas también es sumamente compleja. De hecho, en algunas regiones son conocidas como los "canarios del mar" por la amplia gama de sonidos vocales que emiten. Producen una impresionante colección de chasquidos, chirridos, chillidos y silbidos. Y lo mejor de todo es que las belugas emiten todos estos sonidos a pesar de no tener cuerdas vocales. En su lugar, "hablan" a través de sacos nasales situados alrededor de su espiráculo.
Estas ballenas del Ártico también son conocidas por la característica estructura redondeada que tienen en la parte superior de la frente. Llamada «melón», la estructura bulbosa está justo delante del espiráculo de la ballena. El melón flexible que tienen en la frente les permite emitir sonidos de ecolocalización.
Todas las ballenas dentadas (no las barbadas) tienen melones, pero sólo el melón de la beluga es blando y tiene la capacidad de cambiar de forma. Las belugas mueven sus melones para enfocar los sonidos en direcciones específicas. Otra característica de su biología que hace que enfocar sus “palabras” en la dirección que quiere es que las belugas son capaces de mover su cuello de arriba hacia abajo y de lado a lado.
Esta es una característica única de las belugas y que las distingue del resto de cetaceos, como las ballenas y los delfines, cuyas cervicales están fusionadas y no pueden cambiar la dirección de su cabeza si no es moviendo el cuerpo. También se cree que el melón es clave para ayudar a los "clics" de ecolocalización, las llamadas con eco que algunos animales utilizan para ayudar a encontrar e identificar objetos. El melón enfoca y proyecta las señales de ecolocalización a través del agua.
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