Cáncer
Gas radón: qué es y cómo afecta a nuestra salud
La Organización Mundial de la Salud (OMS) lleva casi cuatro décadas advirtiendo de los efectos en la salud del radón.
La mayor exposición al radón suele producirse en el hogar, pero también puede suceder que se esté expuesto en el lugar de trabajo, como es el caso de los Juzgados de Colmenar Viejo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) lleva casi cuatro décadas advirtiendo de los efectos del radón y, aún así, los expertos reconocen que el nivel de conocimiento del público en general es muy bajo. Y tú, ¿estás informado?
¿Qué es el radón?
El radón es un gas incoloro e inodoro que se produce a partir de la desintegración radiactiva natural del uranio, presente en suelos y rocas. Solo dura como gas 3,8 días y una vez pasado este tiempo se sigue descomponiendo; se vuelve de nuevo sólido y pasa a convertirse en plomo o polonio.
«El problema es que el radón es un gas radiactivo y además noble, no se mezcla con nada con lo que si es respirado, llega a los pulmones para sedimentar en forma sólida», tal y como nos explica José Miguel Rodríguez, director de la Fundación para la Salud Geoambiental.
Al aire libre, el radón se diluye rápidamente, tiene concentraciones muy bajas y no suele representar ningún problema. Es en espacios cerrados, donde las concentraciones de radón son más elevadas y se registran los niveles más altos.
En las casas, se filtra a través de grietas en los suelos o en la unión del piso con las paredes, espacios alrededor de las tuberías o cables, pequeños poros que presentan las pareces construidas con bloques de hormigón huecos, o por los sumideros y desagües. Por lo general, el radón suele alcanzar concentraciones más elevadas en los sótanos, bodegas y espacios habitables que están en contacto directo con el terreno.
La concentración de radón en las viviendas debe medirse con arreglo a los protocolos nacionales, a fin de garantizar su uniformidad y su fiabilidad a la hora de tomar decisiones.
El radón y el cáncer
Clasificado por la OMS como el factor de riesgo más importante para el cáncer de pulmón en nunca fumadores y el segundo en fumadores, la exposición al gas radón duplica el riesgo de sufrir cáncer de pulmón en personas que no son fumadoras.
“Quienes fuman y están expuestos al radón tienen mucho más riesgo que aquellos expuestos a una sola fuente”, asegura Tony Colgan, experto del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA). Colgan señala que la gente se preocupa mucho más de la radiación que procede de operaciones nucleares industriales, pese a ser menor y suponer menos riesgo, que del radón, responsable del 40% de media de la dosis de radiación que recibe una persona.
La OMS, hasta la fecha, no ha determinado que haya riesgo de otro tipo de cáncer.
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