España

¿Qué pruebas se realizan a las embarazadas?

La Razón
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l ¿Es necesario cambiar la actual ley del aborto?

–Es importante transmitir que la ley actual y la previa de supuestos –que incluye el aborto por discapacidad– son injusto. Rompen con los principios legales de igualdad que rige en nuestro país porque anualmente cerca de 3.000 interrupciones del embarazo se producen por malformación del feto. Y un porcentaje muy alto no se debe a complicaciones graves, si no que son problemas leves como que al feto le falte algún dedo o tenga labio leporino –una fisura en el labio–.

l ¿Qué pruebas se realizan a las mujeres embarazadas para comprobar el estado de salud de sus

bebés y si pueden tener alguna malformación?

–Debemos subrayar que las mujeres de más de 35 años están presionadas por la legalidad y por las circunstancias para hacerse una prueba de diagnóstico prenatal, que sólo busca terminar con los bebés que nacen con malformaciones. Es un protocolo médico rutinario. Deben realizarse una amniocentesis. Por esta prueba, existe un 1% de riesgo de perder al bebé. A las embarazadas que no alcanzan esta edad se les oferta un test de «scream». Conjuga un análisis de sangre con una ecografía, para saber si tienen que ser sometidas a a una amniocentesis. La ecografía es pobre para identificar cromosomopatías y es más eficaz para las alteraciones morfológicas. Si el resultado del «scream» da alto riesgo (uno o dos percentiles por encima de la normalidad), se les ofrece la prueba de amniocentesis. Todos estos test son voluntarios, pero el médico que no los ofrece comete mala práxis y varios han sido condenados a multas millonarias por no sugerir esta prueba. También hay una prueba de sangre invasiva muy nueva pero que aún no se oferta de modo rutinario en España.

l ¿Qué probabilidad de error existe en estas pruebas?

–El índice de fallo es muy bajo, casi inexistente. Lamentablemente la política de diagnóstico prenatal lleva implícito lo que denominamos «medicina defensiva». A una mujer, su ginecólogo le explica de modo pesimista los problemas que puede acarrear un hijo con malformación. Sin embargo, los pediatras y los neonatólogos explican las bondades del mundo para estos niños si son bien tratados.

l ¿Los niños con síndrome de Down viven una vida plena?

–Tengo un niño adoptado con síndrome de Down. Se llama José María. Él me muestra que pueden tener una vida muy feliz. Además, de las decenas de casos en que he visto mujeres con niños con discapacidad, nunca me han dicho que tenían que haber abortado y si sus hijos fallecieron precozmente han dejado un hueco irremplazable.