Plan presupuestario

Sánchez congela los fondos para la sanidad pública

El Gobierno notifica a la UE que apenas destinará un 6,7% del PIB a este área en 2024 pese al récord de listas de espera

Fachada del Hospital Vall d´Hebron de Barcelona
Fachada del Hospital Vall d´Hebron de BarcelonaKike RincónEuropa Press

El Gobierno progresista de Pedro Sánchez congelará el presupuesto de Sanidad el próximo año, a pesar de que el número de pacientes enlista de espera para operaciones y pruebas diagnósticas bate todos los récords en el Sistema Nacional de Salud (SNS), y de que el retraso en la incorporación de los medicamentos más innovadores ha pulverizado los registros históricos.

El plan presupuestario para el próximo ejercicio que el Ejecutivo en funciones ha remitido a la Comisión Europea consigna apenas un 6,7% del Producto Interior Bruto (PIB) para la Sanidad, muy lejos del 7% que prometió el líder socialista a comienzos de la pasada legislatura, porcentaje que aparecía plasmado, además, en el acuerdo para la gobernabilidad suscrito entre el PSOE y Podemos, comandado entonces por Pablo Iglesias.

De acuerdo con la información remitida a la Unión Europea, dicha tasa del 6,7% del PIB consignada para 2024 es exactamente la misma que se ha destinado este año a la Sanidad. La clasificación del gasto por funciones incluye también una congelación de la partida para la educación pública (el 4,3% del PIB, igual que este año), una drástica caída de la partida para protección social (pasa del 18,7% del PIB al 18,3%), una congelación de los fondos para la protección del medio ambiente (apenas un 1%), un descenso del presupuesto para orden público y seguridad (pasa del 1,9% al 1,7%) y una congelación también para vivienda y servicios comunitarios, fijado en el 0,5% del PIB. Por contra, suben una décima los fondos para Defensa, al pasar del 1,2% al 1,3% del PIB, como consecuencia de la guerra de Ucrania.

Los porcentajes comunicados a Bruselas dejan en el aire las esperanzas depositadas por todos los expertos en un posible aumento de la financiación para revertir la situación de la Sanidad pública española, en grave crisis tras el estallido de la pandemia de Covid-19.

Al colapso que sufrieron en 2020 y 2021 la atención primaria y los hospitales de la mayor parte del país por el empuje del virus le sucedieron un aumento del número de enfermos en espera de una consulta diagnóstica o una intervención quirúrgica, con tiempos medios de espera disparados.

Según los últimos datos recopilados por el Ministerio de Sanidad, a finales del pasado mes de diciembre había 793.521 pacientes en espera de pasar por el quirófano –nunca antes la cifra fue tan alta– y lo hacían una media de 120 días, aunque en algunas especialidades y autonomías la demora se disparaba por encima de los 400 días. Por su parte, el tiempo medio para acceder a la consulta de un especialista era de 95 días, aunque en territorios como Andalucía y Canarias se elevaba a 123 y 121 días de media, respectivamente.

En lo que se refiere al retraso en la incorporación de los fármacos más innovadores, el último informe de la Federación Europea de Industrias y Asociaciones Farmacéuticas (Epfia, por sus siglas en inglés) refleja que asciende a 629 días de media desde que los autoriza el regulador europeo, lo que ha desatado las quejas de los médicos de las especialidades afectadas y de las asociaciones de pacientes. La falta de sanitarios es también consecuencia de la asfixia financiera de la Sanidad. La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) se concentrará hoy frente al Ministerio de Sanidad para exigir refuerzos ante la llegada del otoño y la campaña de vacunación.