
Ritmo circadiano
Si sientes más cansancio o estrés hoy no te asustes: estos síntomas tienen que ver con el cambio de hora
Una hora más de luz puede llevar a que el cuerpo deba sincronizarse para adaptarse a los días más largos o cortos

Este domingo 31 de marzo, España dejará atrás definitivamente el invierno con la entrada del horario de verano. Por ello, en la madrugada del sábado al domingo, todos aquellos que no cuenten con relojes digitales que dispongan de conexión a Internet, deberán cambiar manualmente la hora a las 2:00 horas de la mañana, momento en el que serán las 3:00 horas.
Este cambio horario se lleva implementando en los países miembro de la Unión Europea, delimitando este entre el último domingo de marzo y hasta el último domingo de octubre, según indica la Directiva 2000/84/ de la Comisión Europa, disponiendo así de una hora menos de sueño debido al alargamiento de las horas de luz solar, culminando con el 23 de junio, día del solsticio de verano y que cuenta con la noche más corta del año.
Sin embargo, muchas son las personas a las que les cuesta acostumbrarse inicialmente, debido principalmente a la eliminación de una hora de sueño. Y no es para menos, ya que el sueño forma una parte fundamental para tener una buena salud. Concretamente, esto se debe a los conocidos como los ritmos circadianos.
Estos se definen como una red fisiológica compleja que comparten todos los organismos biológicos que consta de osciladores periféricos comandado por un núcleo supraquiasmático, localizado en el hipotálamo. Este último serviría como un reloj biológico maestro que comanda a los demás según los estímulos que recibimos de la luz.

¿Cómo afectan los ritmos circadianos a nuestro cuerpo?
Normalmente, cuando hablamos de ritmos circadianos, solemos referirnos a sus efectos en el sueño, ya que la glándula pineal, debido a los estímulos lumínicos, como puede ser la luz solar o la artificial, esta suspende la producción de la hormona del sueño, conocida como la melatonina.
Sin embargo, los ritmos circadianos también sirven a modo de horario para el cuerpo completo, como a nivel hormonal. Según el estudio "Impact of Daylight Saving Time on circadian timing system: An expert statement", publicado en el European Journal of Internal Medicine en 2019, entre los que participó el profesor emérito del Departamento de Fisiología, Darío Acuña; asegura que este mecanismo hace que tengamos, en resumen, unos tiempos para regular y realizar funciones internamente.
Segregación de determinadas hormonas, presión arterial, mayor protección inmunitaria, ingesta alimentaria... Estos son algunos de los aspectos en los cuales tienen repercusión estos mencionados ritmos, que suelen sincronizarse a las diferentes épocas del año y con el ciclo día-noche en 24 horas, ya que sus efectos se adentran incluso a nivel genético.
Cuando sucede el cambio horario, estos ritmos circadianos suelen desincronizarse debido a que, al ganar los días una hora más de luz natural, con un espectro lumínico blanco durante el día, provocan que se reduzca la producción de melatonina y el reloj biológico del cuerpo deba resincronizarse.
Esta disrupción rítmica, ya que no se ajusta de manera gradual, sino que tiene un carácter más repentino, puede tener efectos en la salud de las personas, como pueden ser un aumento del riesgo en cardiopatías en casos más graves, así como un posible aumento del estrés, modificaciones de patrones de sueño, alimentación y reducción del ejercicio físico.
Es por ello que, debido al uso elevado de pantallas, emisoras de luz azul, que provoca la reducción de la melatonina, se recomienda emplear bombillas con tonos más cálidos y tomar el sol de manera responsable para que nuestro cuerpo pueda ajustarse convenientemente a sus ritmos circadianos.
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