Siete exámenes en la reválida de la ESO

La reválida que los estudiantes harán al concluir la ESO soló tendrá carácter diagnóstico, pero el Estado regulará el 80 por ciento de los contenidos esenciales sobre los que se debe preguntar a los alumnos con la misma finalidad que con la reválida de la ESO: «que las pruebas tengan un nivél común de exigencia», explicó a LA RAZÓN José Luis Blanco López, Director General de Evaluación y Cooperación Territorial en el Ministerio de Educación.

Las pruebas correspondientes al curso 2016-2017 se realizarán en una sola convocatoria, con preguntas abiertas, semiabiertas y de opción múltiple. Se realizará una por cada materia objeto de evaluación y constará de un número mínimo de 2 y un número máximo de 15 preguntas. En total, habrá siete exámenes que realizar.

Cada una de las pruebas tendrá una duración de 60 minutos, con un descanso entre pruebas consecutivas de, como mínimo, 15 minutos. Constará de un número mínimo de dos y un número máximo de 15 preguntas.

Cada examen contará con una información que llevará preguntas asociadas que se contextualizarán en entornos próximos a la vida del alumnado: situaciones personales, familiares, escolares y sociales, además de entornos científicos y humanísticos. Deberán finalizar antes del día 24 de junio. Antes del 15 de julio, los resultados de las pruebas deberán ser difundidos y entregados al alumnado. Los resultados de las pruebas serán difundidos sin identificación de datos de carácter personal y siempre garantizando el anonimato de los alumnos y sus padres, madres y tutores legales.

En todas las materias objeto de evaluación se valorará el dominio adecuado del lenguaje, tanto verbal como no verbal, la corrección ortográfica, la redacción, el vocabulario y la presentación correcta (incluirá caligrafía legible, limpieza y márgenes suficientes). En el caso de materias artísticas que lo requieran, se valorará la creatividad del trabajo realizado y la estética de la composición.

Alumnos y docentes tendrán que responder a cuestionarios para contextualizar los datos en función del nivel socioeconómico y cultural del estudiante ya que está demostrado que influye en los resultados.