Salud

Tener un buen estado de ánimo ayuda a prevenir enfermedades cerebrales

Investigadores de Estados Unidos publican un estudio en el que, por primera vez, se relacionan las experiencias vitales con la biología cerebral

Crean el mayor atlas del cerebro hasta la fecha
El estado de ánimo puede afectar a las mitocondrias del cerebro, algo que también se da en el mundo animal

La salud mental está a la orden del día y cada vez hay más concienciación sobre la importancia que el estado de ánimo tiene en todos los ámbitos de nuestra vida. Ahora, se ha conocido que tener experiencias positivas se asocia con probabilidades más bajas de desarrollar trastornos cerebrales, así como también provocan deterioros cognitivos más lentos y posibilitan una vida más longeva.

Un estudio de investigadores del Centro Médico Irving de la Universidad de Columbia (CUIMC) en Nueva York (EEUU) sugiere ahora que las mitocondrias del cerebro pueden desempeñar un papel fundamental en la salud del cerebro, y el estado de ánimo, para bien o para mal, tiene repercusión en las mitocondrias.

Estas mitocondrias suministran energía al cerebro, y el nuevo estudio muestra que la maquinaria molecular utilizada por las mitocondrias para transformar la energía aumenta en los adultos mayores que experimentaron menos estrés psicológico durante sus vidas en comparación con las personas que tuvieron más experiencias negativas.

Aunque todavía no está claro cómo los sentimientos y las experiencias se traducen en cambios físicos que protegen o dañan el cerebro, sí está demostrado que "el estado mental de las personas mayores está relacionado con la biología de las mitocondrias cerebrales, y es la primera vez que las experiencias psicosociales subjetivas se relacionan con la biología cerebral", apunta Caroline Trumpff, una de las líderes de la investigación, según recoge Europa Press. "Creemos que las mitocondrias del cerebro son como antenas, que captan señales moleculares y hormonales y transmiten información al núcleo celular, cambiando el curso de vida de cada célula. Y si las mitocondrias pueden cambiar el comportamiento celular, pueden cambiar la biología del cerebro, la mente y la persona en su totalidad", añade.

Para realizar esta investigación se recopilaron datos de cerca de 450 adultos en Estados Unidos durante dos décadas de sus vidas. Los participantes del estudio donaron sus cerebros después de su muerte para realizar análisis adicionales, que proporcionaron datos sobre el estado de las células cerebrales de los participantes.

Trumpff creó índices que convertían los informes de los pacientes sobre factores psicosociales positivos y negativos en una puntuación única de la experiencia psicosocial general. También calificó a cada participante en siete dominios que representan distintas redes genéticas activas en las mitocondrias. "Un mayor bienestar se relacionó con una mayor abundancia de proteínas en las mitocondrias, necesarias para transformar la energía, mientras que el estado de ánimo negativo se relacionó con un menor contenido de proteínas", afirma Trumpff.

Esta puede ser la razón por la que el estrés psicológico crónico y las experiencias negativas son malos para el cerebro, porque dañan o perjudican la transformación de la energía mitocondrial en la corteza prefrontal dorsolateral, la parte del cerebro responsable de las tareas cognitivas de alto nivel.