Marbella

Tres detenidos por distribuir globos con «gas de la risa» en Marbella

La Policía Nacional ha detenido en Marbella a tres personas por distribuir globos con óxido nitroso (NO2), conocido como 'gas de la risa', y que tiene efectos similares a la inhalación de pegamento.

Los detenidos son el responsable de un local y dos camareras, todos de nacionalidad británica, que portaban los sifones expansores con las cápsulas correspondientes y ofrecían globos a los clientes a un precio de cinco euros la dosis.

Los agentes de la Policía Nacional averiguaron que el propietario del establecimiento y dos de sus camareras distribuían el gas "sin ningún tipo de disimulo"y como parte de su trabajo, "bajo supervisión del responsable del local, que controlaba la actividad y se hacía cargo de la recaudación de la venta diaria del producto".

Los detenidos portaban los sifones expansores con las cápsulas correspondientes y ofrecían los globos a los clientes por un precio de cinco euros la dosis, cuyo efecto dura unos tres minutos.

La Policía ha alertado de que el consumo de óxido nitroso "se ha convertido en los últimos años en una de las drogas más populares consumidas en las zonas de ocio".

"La inhalación de globos inflados con óxido nitroso se está introduciendo actualmente en ciertas zonas de ocio, siendo conceptuado por los jóvenes como una nueva y barata forma de drogarse sin ser conscientes del verdadero peligro para la salud que conlleva, aun estando explícitamente advertido en el dorso del empaquetado del producto con la leyenda 'nunca lo respire'", ha explicado la Policía en un comunicado.

Entre las propiedades del N2O está la de ser un potente depresor del sistema nervioso central, muy similar al que produce la inhalación de pegamento. Sus consumidores buscan su efecto euforizante y los trastornos psicodislépsicos que genera y que se producen por la privación de oxígeno en el cerebro (hipoxia), que produce el propio gas.

Respirar óxido nitroso provoca, entre otras consecuencias, irritación en los ojos, la nariz y la garganta; reducción de la presión arterial, el ritmo cardiaco y el respiratorio, y alteraciones en la circulación sanguínea.

Sus consumidores suelen mostrar su rostro sonriente o caer en un ataque de risa incontrolada, produciendo en algunos casos la pérdida del sentido crítico y del conocimiento, perjuicios para el sistema nervioso y pulmonar. De hecho, el consumo continuado crea adicción y puede llegar a causar la muerte, recuerda la Policía Nacional.