Ángela Lara
Una diana contra el picor crónico
El científico Augusto Escalante lidera un proyecto que trata de regular la actividad de las células implicadas para encontrar una cura a este mal
El picor crónico como síntoma o consecuencia de una enfermedad puede ser realmente inhabilitante. A día de hoy en Europa lo padece el 25% de la población y por el momento no tiene cura, en el mejor de los casos solo existen terapias para paliar su efecto.
En este contexto se enmarca el proyecto que lidera Augusto Escalante, investigador postdoctoral y beneficiario de la Beca Postdoctoral Junior Leader de la Caixa, el cual se centra en conocer en profundidad determinadas células del sistema nervioso para curar o al menos aliviar el picor crónico.
Este proyecto en concreto arrancó a partir del hallazgo cosechado durante una investigación acerca de cómo actúan y de qué manera afectan al procesamiento sensorial las dos principales poblaciones de células presentes en la médula espinal. Escalante identificó que al eliminar en ratones uno de esos dos tipos de neuronas, concretamente las inhibidoras, éstos desarrollaban un picor muy intenso.
A partir de ahí, su propósito fue «intentar caracterizar o conocer en profundidad qué tienen de especial estas neuronas inhibidoras para tratar de identificar dianas que éstas expresan como puerta de entrada para, en un futuro, desarrollar algún tipo de terapia o fármaco capaz de regular la actividad de estas células y, por lo tanto, modular o controlar el picor», explica el investigador.
En la actualidad y gracias al apoyo de Obra Social la Caixa, Escalante se encuentra inmerso en este proyecto de investigación con «la idea de llegar a tener un buen diccionario de qué son esta células, qué proteínas tienen, qué genes expresan y qué zonas del cerebro son las que están más o menos activadas cuando estas células no están, siempre en comparación con una situación normal», comenta a este diario Escalante.
Proyecto novedoso
Además, el proyecto contempla una segunda estrategia para tratar de controlar o eliminar el picor crónico que consiste en «encontrar el núcleo cerebral que se encarga de modular la sensación de picor porque por ahí también podemos tratar de controlar ese picor», explica el investigador. La novedad de este proyecto es que hasta ahora el foco estaba puesto en «tratar de hallar alguna sustancia química o principio activo que eliminara ese picor», pero con esta investigación se «pretende conocer cómo funciona el picor a nivel del sistema nervioso y encontrar dentro de ese sistema nervioso células o sistemas que se encarguen de controlarlo o modularlo», destaca Escalante. Para ello, dice este científico, «es necesario definir qué región del cerebro controla esas células que pueden hacer que no se desarrolle un pico intenso».
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