Educación
¿Una mejora en el comportamiento?
l ¿Ayudará esta medida a mejorar el comportamiento de los alumnos expulsados?
Considero que toda sanción ha de estar enmarcada en un proceso educativo, es decir, deben responder a una finalidad pedagógica. No sólo puede haber un castigo, sino que se debe brindar al menor de edad una alternativa de conducta. Partiendo de esa base, estoy de acuerdo con que aquellos alumnos expulsados se impliquen en tareas beneficiosas para la comunidad.
l ¿Qué otras posibles soluciones se podrían proponer?
Habría que consensuarlo con todos los miembros que conforman la comunidad educativa (alumnos expulsados, demás compañeros, padres y profesores). La disciplina no ha de focalizarse en el castigo, sino que han de primar las orientaciones, para así desplegar un comportamiento apropiado.
l ¿Cómo afecta una expulsión en la conducta de un alumno?
Aunque siempre depende de a quién nos refiramos concretamente, en términos generales, dependerá de las circunstancias familiares, sociales y escolares del individuo. La clave está en ofrecer una alternativa, para evitar la recaída, de no ser así, puede que el problema no sólo permanezca, sino que se agrave, por el simple hecho de ser apartado del aula. Si una persona permanece un tiempo abandonada a su suerte, lejos de erradicar el problema, éste seguramente crezca.
l ¿Qué motivos influyen en el mal comportamiento de un menor de edad en el aula?
Las principales causas pasan por la propia persona, la sociedad, la familia y el centro escolar. Motivos como el consumo de drogas, la impulsividad, la desmotivación, familias desestructuradas, planteamientos demasiado rígidos por parte de las instituciones escolares o las malas relaciones interpersonales. Aún así, cada caso debería ser valorado de manera individual.
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