Salud

La vacuna contra la malaria de Oxford demuestra su eficacia y seguridad en 5.000 niños

Nuevos datos presentados en 'The Lancet' constatan una eficacia media del fármaco del 78 % durante el primer año de seguimiento

La malaria es la principal causa de muerte entre niños africanos pequeños
La malaria es la principal causa de muerte entre niños africanos pequeñosDONGMO RODRIGUE WILLIAMAgencia EFE

Una nueva vacuna contra la malaria, denominada R21/MatrixM ha confirmado "una alta" eficacia (78 % de media) y "un buen perfil" de seguridad en niños de 5 a 17 meses durante el primer año, según los datos de un nuevo ensayo clínico en fase 3 realizado en Burkina Faso, Kenia, Malí y Tanzania. Esta vacuna antipalúdica, que destaca por su bajo costo y posibilidad de producción masiva, se convierte en la segunda aprobada contra esta enfermedad que es la principal causa de muerte entre niños africanos pequeños, con más de 600.000 fallecimientos cada año en todo el mundo.

R21/Matrix-M se diseñó en 2011 como una mejora potencial de la RTS, S/AS01 diseñada en la década de 1980. El citado ensayo, cuyos resultados se publican este viernes en The Lancet, inmunizó a más de 4.800 niños y con él se constató una eficacia media de la vacuna del 78 % durante el primer año de seguimiento en todos los centros en el grupo de edad de 5 a 17 meses, informa Efe. Ese es el grupo de edad en el que se estudian la mayoría de las vacunas contra la malaria, indicó en un comunicado la Universidad de Oxford, que ha desarrollado la vacuna y que fabrica Serum Institute de India.

La eficacia durante el periodo de un año fue muy similar en todos sitios donde se desarrollo el estudio y en diferentes entornos de transmisión. Ninguna otra vacuna ha registrado una eficacia superior al 55 % en el mismo grupo de edad y, además, una dosis de refuerzo al año mantuvo una buena eficacia durante los 6-12 meses siguientes, agrega la nota.

La vacuna también redujo los índices de infección en niños a los 12 y 18 meses tras recibir el preparado, “lo que sugiere un efecto potencialmente beneficioso en la reducción de la transmisión de la malaria”. Se observaron respuestas inmunitarias significativamente mayores a R21/Matrix-M y una eficacia ligeramente mayor en niños de 5 a 17 meses en comparación con las otras vacunas de 18 a 36 meses, "lo que respalda el despliegue planificado de la vacuna inicialmente a partir de los 5 meses de edad en niños africanos pequeños".

Los datos de seguridad del ensayo “han sido tranquilizadores”, al no producirse “acontecimientos adversos graves relacionados con la inmunización”, agrega la nota. La vacuna fue bien tolerada, siendo el dolor en el punto de inyección y la fiebre los acontecimientos adversos más frecuentes, además no hubo muertes relacionadas con el tratamiento.

Se trata de la segunda vacuna antipalúdica recomendada por la OMS, tras la RTS,S/AS01, que recibió el respaldo de la Organización en 2021. Se ha demostrado que ambas vacunas son inocuas y eficaces para prevenir el paludismo en los niños y se espera que, cuando se implanten ampliamente, tengan un claro efecto positivo para la salud pública.

Qué es y síntomas del paludismo

El paludismo es una enfermedad transmitida por mosquitos que afecta enormemente a la Región de África, donde se lleva la vida cada año de casi medio millón de niños. Se calcula que en 2022, a nivel mundial, se produjeron 249 millones de casos y 608 000 muertes por la enfermedad en 85 países.

Hay cinco especies de parásitos Plasmodium que causan el paludismo en el ser humano, dos de las cuales (P. faciparum y P. vivax) entrañan un mayor riesgo. P. falciparum es el parásito del paludismo más mortífero y el más prevalente en el continente africano. P. vivax es el parásito dominante en la mayoría de los países fuera del África Subsahariana. Las otras especies que pueden infectar a los humanos son P. malariae, P. ovale y P. knowlesi.

Los primeros síntomas más comunes del paludismo son fiebre, dolor de cabeza y escalofríos. Suelen aparecer a los 10-15 días de la picadura. Al principio pueden ser leves, similares a los de muchas enfermedades febriles y, por eso mismo, difíciles de reconocer como indicativos de paludismo. De no tratarse, el paludismo por P. falciparum puede desembocar en un cuadro clínico grave y causar la muerte en 24 horas.

Los lactantes, los menores de 5 años, las mujeres embarazadas, los viajeros y las personas con VIH o sida corren más riesgo de sufrir una infección grave. Los síntomas graves incuyen fatiga, confusión, convulsiones y dificultad para respirar.