
Teclado Razer
Razer Huntsman V3 Pro Mini, análisis: solo para gamers que quieren lo mejor
Un teclado compacto, preciso y personalizable que se ajusta a ti para que rindas mejor que nunca al jugar

He jugado a videojuegos durante mi horario laboral para que no tengas que hacerlo tú. Antes de que avises a mi jefe por falta de compromiso laboral, déjame decirte que lo he hecho por una buena causa: probar el Razer Huntsman Mini V3 Pro.
Se trata del nuevo teclado compacto de Razer diseñado para jugar. Por ello combina materiales de primera con tecnología óptica y una iluminación absolutamente personalizable. Su objetivo es que juegues cómodo y lo hagas mejor, cosa que consigue, aunque no resulte precisamente barato. Sin embargo, pese a que no resulte precisamente barato, se trata de un dispositivo excelente que a analizaremos apartado por apartado.
Pros y contras
Iremos paso a paso por todos sus apartados, pero antes haremos un pequeño resumen de sus pros y contras. Esto te ayudará a hacerte una idea de lo que ofrece o flaquea.
Lo mejor
- Rendimiento impecable, te hace mejor jugador
- Materiales de calidad
- Permite una enorme personalización
- Excelente en casi cualquier género de videojuego
- Gran diseño y estabilidad
- Iluminación magnífica con Razer Chroma
Lo peor
- Es un producto caro
- Solo sirve para jugar
- Demasiado ruidoso
- Requiere muchas horas para personalizarlo
Precio y disponibilidad
El precio oficial del Razer Huntsman V3 Pro Mini es de 209,99 euros en la web oficial de Razer. En dicha página también puedes elegir si comprarlo en blanco o negro.
Dicho esto, lo hemos encontrado más barata por comercios online, como Amazon, desde donde se encuentra por 185,94 euros, un precio idéntico al que puede hallarse en PC Componentes o Idealo. Por ello que te daremos diversas opciones para elegir:
Ficha técnica
- Dimensiones: 299 x 118 x 40 mm
- Formato: 60%
- Peso: 550 g
- Iluminación Razer Chroma RGB
- Snap Tap
- Carcasa superior de aleación de aluminio 5052 cepillado
- Reconocimiento de teclas simultáneo y anti-ghosting
- Modo de activación rápida
- Personalización Razer Synapse
- Teclas de PBT de doble inyección
- Fuente de alimentación: USB Tipo-C
- Capacidad para hasta 6 perfiles
- Tablas multimedia: teclas multimedia secundarias
- Distribución ANSI US/UK/Alemán/Francés
Diseño

Hablamos de un teclado de formato 60%. Esto le hace prescindir de teclas directas, como las flechas de navegación y las F. Es pequeño y manejable, pero sin renunciar a la solidez. Existen dos versiones: blanco y negro. No hay diferencias de funcionalidad o forma, solo de color. Hemos analizado la blanca.
Lo primero que percibimos al tenerlo entre las manos es que se trata de un producto de calidad. Es un teclado sólido con un chasis de aluminio cepillado 5052, una buena aleación, que le dota de un acabado premium. Apuesta por un diseño minimalista, que, curiosamente, choca con su enorme posibilidad de personalización.
Las teclas están fabricadas en plástico PBT de doble inyección. Esto evita tanto que la superficie del teclado se emborrone con el paso de los años, como que las teclas se abrillanten. Además, su textura rugosa nos proporciona un buen agarre.

Por otro lado, la base del teclado resulta estable, lo que. Incluye cuatro gomas antideslizantes y dos patas ajustables a dos alturas. El teclado no se moverá cuando juegues, además, de que podrás elegir entre 3 alturas distintas (sin los pies levantados, pies medio levantados, pies totalmente levantados), según te sea más cómodo.

Otros aspectos menores es la colocación de su único puerto, un USB-C, que se sitúa en la parte delantera. Por otro lado, los márgenes son bastante gruesos, lo que le da un empaque robusto.
En definitiva, es un teclado con personalidad, pero que no tiene necesidad de hacer florituras. Integra materiales de calidad, resulta cómodo y destila carisma con un toque retro, que lo asemeja a esos antiguos teclado de oficina de finales de los 90.
Iluminación

Razer hace un magnífico trabajo a la hora de iluminarlo, no solo por la calidad de las luces, sino también por todas las opciones que ofrece. Puedes personalizarlo a tal punto que no haya otro jugador que tenga un teclado con las mismas luces. Todo ello se hace mediante el programa Razer Chroma.

Su iluminación es completamente uniforme y potente, pero sin cegar. De todos modos, cada tecla se puede configurar de forma independiente. Incluso podemos sincronizar el teclado con otros dispositivos de la marca —como ratones, alfombrillas o barras de luz— para que sus animaciones se coordinen.
Es genial poder crear patrones, aunque soy muy fan del efecto predefinido que, al pulsar una tecla, ilumina esta y las cercanas. Eso sí, la configuración no es sencilla, ya que si bien alternar entre iluminaciones predefinidas es fácil, adaptarte al creador de patrones ya no lo es tanto, requiere tiempo.
Por otro lado, su iluminación también tiene cierto carácter funcional. En habitaciones oscuras o poco iluminadas, nos ayudará a ver mejor las teclas. También por la noche, aunque, debido al sonido que hace, no es un teclado idóneo para esas horas.
Rendimiento

A nivel de rendimiento, es una maravilla. Ya no juego tanto como antaño (la vida adulta), pero he regresado a esos títulos míticos, como Valorant o Fortnite, y he hecho la prueba jugando con un teclado estándar, el típico que viene con el ordenador, y luego con este. Supone un salto kilométrico de calidad.
Desde luego, esos switches ópticos analógicos de 2ª generación de los que habla tanto Razer son muy veloces. Ya esté pegando tiros con un AK-47 en el Warzone, lanzando combos contra un jefe en el Dark Souls de turno o construyendo en Fortnite, la respuesta es inmediata. Además, pueden ajustarse entre 0,1 y 4 mm.

Eso sí, las primeras partidas me costaron. Realmente no es culpa del teclado, sino mía, pero quizás resulte tu caso. Se debe a que es un teclado con teclas altas, y yo vengo del típico en las que las teclas apenas se elevan un par de milímetros. Eso provocó que durante las primeras 3 o 4 partidas me costase.
Lo que no me costó nada del inicio es apretar cada tecla. Fuera de contexto, esta frase puede sonar vacía, pero cada pulsación es firme, pero rápida y sin una gran resistencia, lo justo para que no se note blando y pueda haber fallos, pero sin que haya que hacer fuerza. Ni vibraciones, no hay nada raro o que pueda distraerte.
También tiene N-Key Rollover real y anti-ghosting completo, para pulsar varias teclas a la vez sin perder señal. Ello resulta esencial para títulos que requieren combinaciones rápidas y complejas, como los juegos de lucha o de ritmo. Además, emplea un escaneo de entrada optimizado que reduce la latencia total a menos de 2 ms en la mayoría de configuraciones. También se agradece el snap tap, para pulsar dos teclas y priorizar la última.

Por otro lado, su sonido es bueno y se nota que cuando aprietas una tecla, los componentes internos son magníficos. No obstante, resulta demasiado ruidoso. Si quieres jugar por la noche y vives con más gente, posiblemente no les haga gracia. También llega un punto en el que tras jugar varias horas llega a molestar.
Además de su rendimiento gaming, debemos tener en cuenta que es un teclado exclusivamente para jugar. No lo recomiendo en absoluto como teclado multiusos, como trabajar o escribir, porque es incómodo para escribir, le faltan teclas, resulta pequeño para estas tareas o es demasiado ruidoso.
Conviene recalcar que es muy bueno para casi todos los géneros. Quizás donde únicamente flaquee es en la estrategia, ya que no tiene teclas direccionables accesibles directamente.
Personalización

De todos modos, puedes ajustar cualquier aspecto mediante Razer Synapse, el programa que se instala al conectar tu teclado al ordenador por primera vez. Al igual que Chroma te permite crear tus propios patrones de colores o elegir que se ilumine como desees, este te permite personalizar su rendimiento.
Eso sí, Razer Synapse no es el programa más intuitivo del planeta. Requiere echarle horas, al igual que con los juegos, para saber qué configuración se adapta mejor a ti. De todos modos, para las funciones más simples, como elegir cierta configuración para un juego o crear perfiles, es bastante sencillo acceder.

En este puedes activar el modo de activación rápida, que reduce al mínimo el retardo entre la pulsación y la acción. También puedes configurar la activación rápida continua, para que una tecla se active una y otra vez mientras se pulsa ligeramente, muy útil para mantener disparos. Esto se combina con el ajuste del punto de actuación, que va de 0,1 mm a 4 mm, ajustable tecla por tecla.
Otra cosa positiva de Razer Synapse es que, al final, no deja de ser un controlador para todos tus dispositivos de Razer. Por ello, si tienes un ratón o auriculares, por ejemplo, desde él puedes tener controlados todos los periféricos. De hecho, también puedes gestionar tus juegos desde este mismo programa.
¿Merece la pena?

El Razer Huntsman V3 Pro Mini es un excelente teclado. Si lo compras, te llevarás un producto magnífico que no solo te permitirá jugar mejor que nunca, sino estéticamente cuidado, duradero y que ofrece una enorme capacidad de personalización.
Eso sí, no es un teclado para cualquiera. Si necesitas uno para todo porque teletrabajas o quieres uno multiusos, no te lo recomendamos. Si lo quieres para navegar cómodamente, leer Twitter, visitar foros, meterte a YouTube y demás, no es para ti.
En caso de que compitas o quieras los mejores productos gamers, es para ti. Hay un antes y después en jugar con este teclado y hacerlo con practicamente cualquier otro teclado gamer. Eso sí, estate dispuesto tanto a pagar por ello, aunque ahora ha bajado de precio, como a echarle horas para personalizarlo.
El Razer Huntsman V3 Pro Mini es la prueba de lo enfocada que está Razer en el mercado de videojuegos. No anhela ser un teclado universal, sino uno para quienes los videojuegos son una parte importante de su vida, y quieran productos específicos para ello.
✕
Accede a tu cuenta para comentar