iCloud en peligro

Apple respira: el plan de Reino Unido para espiar a cualquier usuario de iCloud podría saltar por los aires pronto

El Gobierno de Reino Unido quería tener una puerta trasera para acceder a los datos de los usuarios de iCloud, pero parece que la presión de Apple y Estados Unidos detendrán su polémico plan

Logo de Apple
Logo de Apple en una de sus tiendasUnplash

Reino Unido tiene un grave problema con Apple, tanto que posiblemente tenga que echarse atrás en el motivo que lo originó. En enero de 2025, el gobierno británico exigió a la multinacional que crease una puerta trasera en iCloud para que las fuerzas de seguridad pudieran acceder a los datos de cualquier usuario en la plataforma.

La compañía de la manzana mordida se negó rotundamente y presentó una demanda judicial contra el gobierno británico. Además, recibió el respaldo de otras grandes tecnológicas, como Meta, y del propio gobierno estadounidense. Precisamente esta presión internacional podría llevar al ejecutivo británico a reconsiderar sus exigencias.

Una exigencia que pone en jaque a Apple

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Todo se remonta a 2016, cuando Reino Unido aprobó la Investigatory Powers Act, conocida popularmente como la "ley de los fisgones". Esta norma otorga al gobierno británico la potestad de exigir a las empresas tecnológicas que proporcionen acceso a datos cifrados, lo que se conoce como una "puerta trasera".

Una puerta trasera es un acceso secreto o alternativo al contenido cifrado en una plataforma. Es como si alguien quisiera acceder a una casa a través de una puerta oculta en el sótano que los propietarios no pudieran bloquear. Este mecanismo es altamente polémico, ya que vulnera la privacidad de los usuarios y abre la posibilidad de que terceros malintencionados accedan a los datos personales.

En enero de 2025, Reino Unido exigió formalmente a Apple la creación de esta puerta trasera en iCloud. De aprobarse, las agencias de inteligencia británicas podrían acceder no solo a las cuentas de ciudadanos del Reino Unido, sino también a las de cualquier usuario de iCloud en todo el mundo, debido al alcance global del servicio.

La respuesta de la manzana mordida

Apple se negó a cumplir con la exigencia, argumentando que comprometería la seguridad de todos los usuarios de iCloud a nivel global. Como respuesta, presentó una demanda judicial contra el gobierno británico y desactivó el cifrado de extremo a extremo en el país para evitar el incumplimiento de la legislación local. La compañía también recibió el respaldo de otras plataformas, como Meta (propietaria de WhatsApp e Instagram).

La retirada del cifrado dejó a los usuarios británicos de iCloud en una situación más vulnerable. Sus archivos en la nube de Apple estarían menos protegidos, algo que también afecta a empresas, exponiéndolas a un mayor riesgo de hackeo por parte de terceros.

¿Reino Unido se echa atrás?

Sin embargo, la presión de Apple y del gobierno de Estados Unidos, junto con el respaldo de otras plataformas tecnológicas, podría cambiar el rumbo del conflicto. Incluso el vicepresidente estadounidense, JD Vance, calificó la exigencia británica como “una locura”.

Por ello, el gobierno de Keir Starmer, primer ministro del Reino Unido, estaría considerando dar marcha atrás, según ha informado The Financial Times. El medio apunta a que se está trabajando en una posible salida negociada a esta situación.

Además del impacto negativo en su reputación frente a otras tecnológicas, el Reino Unido también se enfrenta a la presión directa del gobierno estadounidense, liderado por Donald Trump, que estaría amenazando con revisar acuerdos de cooperación tecnológica si se mantiene la medida.

En caso de que se consolide la exigencia británica, se abriría un precedente muy peligroso. No solo el Reino Unido podría acceder a los datos de los usuarios de iCloud, sino que otros gobiernos en el mundo podrían empezar a exigir puertas traseras similares. Esto transformaría de forma radical el panorama global de la privacidad digital y la seguridad en la nube. No obstante, todo apunta a que el gobierno británico cederá.