Tuvieron que pasar décadas y varias obras maestras para que la Academia se rindiera, de una vez por todas, a los pies del gran Martin Scorsese. Fue esta historia de traiciones e identidades cruzadas la que le dio su (merecidísimo) primer Oscar como director, después de años de nominaciones. Lo logró reinventando a su manera el thriller hongkonés Internal Affairs, y por supuesto, rodeándose de un reparto imposible de mejorar.

Si tienes a DiCaprio, Damon, Nicholson y Wahlberg como protagonistas, entre otras caras conocidas como Vera Farmiga, Alec Baldwin y Martin Sheen, ¿qué podría salir mal? La película se alzó con cinco premios Oscar en el año 2007, incluidos el de 'Mejor película', 'Mejor director' y 'Mejor guion adaptado'. En la web de reseñas Rotten Tomatoes, por ejemplo, arrasa con un 91% y 94% de aprobación de la crítica y el público, pero no es casualidad: 8,5/10 en IMDb y 7,9/10 en la exigente plataforma de FilmAffinity, donde además se cuelan entre las películas mejor valoradas del siglo. Vamos, todo un clásico moderno.

Dos caras y una misma guerra secreta

La historia nos lleva a las calles de Boston, donde Billy Costigan (Leonardo DiCaprio), un policía inexperto y con un pasado bastante turbulento, es reclutado por un capitán (Martin Sheen) y un sargento (Mark Wahlberg) para infiltrarse en la organización criminal de Frank Costello (Jack Nicholson), un poderoso jefe de la mafia. Mientras Billy se gana la confianza del mafioso desde dentro, otro personaje juega al mismo juego, pero desde el bando opuesto: Colin Sullivan (Matt Damon), miembro de esa misma banda, ha sido colocado dentro de la policía para proteger los intereses de Costello desde dentro del sistema. Dos infiltrados, dos realidades paralelas a punto de colisionar.

Ambos hombres viven bajo presión constante, cada uno tratando de descubrir la identidad del otro sin delatarse. La tensión crece con cada escena, mientras las líneas entre lo legal y lo criminal se desdibujan por completo según avanza la trama. Lo que comienza como una operación encubierta se convierte en un juego letal donde la verdad tiene un precio y la traición está a la vuelta de cada esquina. Y aunque no vamos a estropearte el final, sí podemos decirte que el giro que cierra la historia es de los que te dejan clavado en el sofá... y con la boca abierta.

A mí, como fan incondicional de 'Infiltrados', me parece impensable que todavía haya alguien que no la haya un visto. Pero no te preocupes, porque ya tienes plan para esta noche: está disponible en Netflix y Prime Video, sin tener que pagar alquiler ni un extra por ello. Eso sí, son 149 minutos de intensidad máxima, así que acomódate bien con tus palomitas y prepárate para no parpadear.