Procesadores

Nvidia aún puede crecer más en el mercado y en la bolsa: los gobiernos nacionales, potenciales clientes

La Comisión Europea y países como Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudí o Corea del Sur planean inversiones millonarias en inteligencia artificial local

Sede de Nvidia en Santa Clara, California, Estados Unidos
Sede de Nvidia en Santa Clara, California, Estados UnidosReuters

La inteligencia artificial ha supuesto un impulso sin precedentes para el mercado de las unidades de procesamiento gráfico (GPU), fundamentales para el entrenamiento y la ejecución de modelos de aprendizaje automático.

Entre ellas, quien más y mejor ha sabido colocarse es Nvidia, la compañía estadounidense con sede en Santa Clara, que con Jensen Huang a la cabeza, ha sido capaz de copar la mayoría de demanda en este sector en detrimento del resto de competidores. Una muestra de ello la tenemos en el hecho de que hace escasos días Lip-Bu Tan, director ejecutivo de Intel, reconociera la superioridad en este aspecto de Nvidia y su posición actual y de futuro.

Logros recientes que se pueden quedar pequeños

El buen hacer de Nvidia a la hora de leer el futuro que asomaba con la inteligencia artificial ha hecho que la compañía sea la primera en superar una cifra histórica en los mercados bursátiles, alcanzando los 4.000 billones de dólares de cotización. Un éxito sin precedentes que puede quedarse corto incluso para la propia Nvidia en caso de que prospere la idea de la firma de convencer a determinados países de impulsar una inteligencia artificial soberana para sus territorios.

De este movimiento se hace eco el medio británico The Economist, que revela los pasos más recientes que ha dado Nvidia para afianzar una idea que el propio Jensen Huang, CEO de la compañía, había revelado en 2023. Huang considera que cada país necesita su propio sistema de inteligencia artificial, que reconozca y tenga como base los datos nacionales y que esté alineado con los valores regionales y sustentado en infraestructura local.

Una IA soberana por estados

Este movimiento tiene varias lecturas y desde diversos puntos de vista. El primero de ellos tiene que ver con la soberanía de cada territorio, puesto que, si cada país impulsa su “IA soberana”, tal como se refirió a ella Jensen Huang, se limita la dependencia de los grandes centros de datos de referencia de Estados Unidos o China.

La Comisión Europea realizó un primer movimiento en esa línea, comprometiendo una cantidad de 20.000 millones de euros para la construcción de cinco gigafactorías de IA en diferentes puntos de la Unión Europea.

A ella hay que sumar las iniciativas puestas en marcha por países como Francia, Corea del Sur, Arabia Saudí y especialmente Emiratos Árabes Unidos, quien apuesta de forma decidida por una inteligencia artificial desarrollada por y para sí, apostando por una inteligencia artificial local.

Los beneficios para los países que se plantean este movimiento radican en la protección que pueden ofrecer a los datos nacionales, así como para cumplir regulaciones locales, fomentar la industria de tal manera que todas las empresas que se dediquen al desarrollo de inteligencia artificial tengan las mismas oportunidades y mantener la independencia tecnológica, tal vez la razón de más peso.

Oportunidad de negocio sin precedentes para Nvidia

Cada estado tiene su motivación, pero lo que queda claro es que en caso de salir adelante esas iniciativas nacionales hay un claro ganador: Nvidia. Como hemos comentado al inicio, su posición de dominancia en el mercado de los chips necesarios para entrenar los modelos de inteligencia artificial hace que sea ahora mismo la principal candidata a recibir todos los pedidos que surjan de estas iniciativas.

Una primera estimación que recoge The Economist es la efectuada por la firma de banca de inversión Jefferies, que calcula que las iniciativas de IA soberana podrían generar alrededor de 200.000 millones de dólares en ingresos totales para el fabricante de chips a lo largo de los próximos años, cifra que aumenta hasta el billón de dólares según las estimaciones de la firma, si bien no concreta un horizonte temporal para ese movimiento.

Un movimiento que daría un impulso todavía mayor al liderazgo de Nvidia y que además reforzaría la dependencia de sus unidades de procesamiento, así como de su software, dejando patente su influencia global.

Eso sí, los países que se plantean este tipo de iniciativas todavía tienen que resolver algunos retos como la energía que demandan este tipo de centros de procesamiento de datos y la ventaja inicial con la que ya cuentan naciones como Estados Unidos o China.