Productividad
Sam Altman, creador de ChatGPT, pone en la diana las herramientas de ofimática tradicionales y piensa en su recambio: “Será una especie de versión con inteligencia artificial de todas ellas”
En su afán por encontrar una oportunidad en la que incluir inteligencia artificial en cada espacio, el director ejecutivo de OpenAI pone el foco en los programas informáticos más utilizados
Cuando existe una costumbre o un hábito, cambiarlo resulta un proceso ante el que percibir un sentimiento de rechazo es habitual, incluso legítimo. Implica salir de la zona de confort, de la comodidad que proporciona saber cómo es cada acción y dónde está todo. La rutina no es tan mala, se suele pensar.
Contra esto se manifiesta también la inteligencia artificial, que ha llegado con la idea de romper esquemas y tradiciones, con la promesa de que todo será más sencillo, más rápido, mejor, incluso en áreas como el aprendizaje. La confianza en su capacidad y en el camino que todavía le queda por recorrer hace que haya quienes la vean válida para todo.
Su presencia está cada vez más extendida y ahora Sam Altman, director ejecutivo de OpenAI, la compañía detrás de ChatGPT que acaba de rematar su proceso de reesctructuración, quiere que la inteligencia artificial se haga con el control de las herramientas ofimáticas y de comunicación que se emplean cada día en las empresas y los hogares, ya que considera que las suites actuales son mejorables si se dejan en manos de la inteligencia artificial.
Sam Altman reniega del correo electrónico tradicional
Una cuestión que Altman expuso el pasado 17 de octubre durante la Conferencia Progress, organizada por el Roots of Progress Institute en Berkeley, California, durante su charla con Tyler Cowen, director del pódcast Conversaciones con Tyler. En ella, el máximo responsable de OpenAI no dudó en reconocer que no es fan de herramientas como el correo electrónico, del que apuntó que “el correo electrónico es muy malo, así que no es difícil crear algo mejor” y que otras como Slack o las más tradicionales en materia de ofimática deben mejorar con la inteligencia artificial.
El camino emprendido por la inteligencia artificial y su implantación en tareas cotidianas incluye para Sam Altman a aquellas que se ejecutan en programas de gestión tradicionales, y ahí intuye la llegada de nuevas opciones gracias a la IA: “Sospecho que hay algo nuevo que se puede desarrollar que va a reemplazar gran parte de la suite ofimática actual, como Docs, Slides, correo electrónico, Slack, etc”, dejó caer el impulsor de ChatGPT.
Para Altman, el horizonte que se abre en cuanto a las herramientas de ofimática no se quedará solo en capacidades como resumir un hilo o escribir un documento, irá más allá: “Será una especie de versión con inteligencia artificial de todas estas herramientas. la versión real, como si confiaras en tu agente de IA y en mi información, se escalaría a nosotros cuando fuera necesario”, describió ante la atención del público asistente.
Con ello, el director ejecutivo de OpenAI apunta a Microsoft y su paquete Office, el más empleado en cuestión de herramientas de ofimática y que puede tener un competidor de la mano de la firma que lidera Sam Altman: “Creo que probablemente ya existe una buena solución que alguien puede implementar”, concluyó su intervención al respecto.
Con ello, OpenAI deja clara su intención de no limitar su rango de acción a los asistentes conversacionales o la inteligencia artificial generativa, quiere ir más allá. Se trata de mostrar que tiene la capacidad suficiente como para crear un paquete completo de herramientas de comunicación y ofimáticas que supongan una revolución ante aquellas opciones que llevan entre nosotros más de tres décadas.