Inteligencia artificial

OpenAI culmina su ansiado proceso de reestructuración: ahora cuenta con una división sin ánimo de lucro y otra con la mirada puesta en los negocios y la AGI

La compañía que preside Sam Altman ha logrado poner un cierre favorable a un proceso iniciado en 2024 y en el que ha encontrado más complicaciones de las previstas

Sam Altman, CEO de OpenAI
Sam Altman, CEO de OpenAIOpenAI

Ha supuesto meses de mucho trabajo de despacho, reuniones, conflicto de intereses, duda acerca de la estabilidad de acuerdos paralelos e incluso ataques por parte de rivales directos como Elon Musk, pero finalmente OpenAI, que recientemente había superado a SpaceX como la startup más valorada, ha sido capaz de zanjar su proceso de reestructuración empresarial para hacer frente a los próximos tiempos.

Ha sido la propia compañía estadounidense dirigida por Sam Altman quien ha hecho público a través de su blog oficial tal acontecimiento. En una comunicación firmada por Bret Taylor, presidente de la junta directiva de OpenAI, se exponen los detalles de una recapitalización que según la propia compañía llega “para beneficiar a todos”.

Dos OpenAI pero un mismo fin

El resultado de esta reestructuración se traduce en el hecho de que ahora habrá dos entidades delimitadas tanto en sus tareas como en sus fines. Por un lado, estará la organización sin ánimo de lucro, y que de ahora en adelante se llamará Fundación OpenAI, que será la dueña de un importante porcentaje de la segunda organización que sale de dicha reestructuración.

Esa segunda unidad sí cuenta con fines de lucro y se ha constituido como corporación de beneficio público, que operará bajo la denominación OpenAI Group PBC. El valor de esta división se cifra en la potente cantidad de 130.000 millones de dólares, algo que en palabras del propio Bret Taylor “la convierte en una de las organizaciones filantrópicas con mayores recursos de la historia”.

El control de OpenAI Group PBC será en parte cuestión de la Fundación OpenAI, quien además se asegura con esta reestructuración “acceso directo a importantes recursos antes de la llegada de AGI”, tratando de dejar claro con ello que su idea principal es alcanzar esa meta con el objetivo de beneficiar a toda la humanidad, tal como señalan en su propio comunicado desde la compañía que lidera Sam Altman.

Microsoft refuerza su posición dentro de OpenAI

En este acuerdo hay un socio de OpenAI que ve reforzada también su posición, que no es otro que Microsoft. La compañía que dirige Satya Nadella tendrá una participación del 27% de OpenAI Group PBC, lo que la convierte en accionista principal, y además se asegura su papel como socio preferente de OpenAI, al estipular una serie de compras y servicios de la plataforma Azure de Microsoft para que OpenAI siga desarrollando su inteligencia artificial.

De la propiedad total de OpenAI Group PBC queda un 47% restante que, tal como ha indicado la propia compañía en su comunicado, está en manos de empleados e inversores actuales y anteriores.

Los próximos pasos de la Fundación OpenAI ya están fijados, puesto que ha fijado un compromiso de inversión de 25.000 millones de dólares en dos iniciativas claves. La primera, ligada al mundo de la salud, con especial énfasis en lograr avances en materia de diagnósticos y lograr mejores tratamientos y curas para diversas enfermedades.

La otra vertiente sobre la que quiere actuar la organización sin fines de lucro es en cuanto a soluciones técnicas para la resiliencia de la inteligencia artificial, de cara a cubrir la necesidad de crear mecanismos de protección y seguridad específicos para la inteligencia artificial. Se trata de una idea equiparable a cómo se desarrolla la ciberseguridad para proteger Internet y los sistemas conectados a él.