El debate sobre el impacto de la inteligencia artificial en el empleo lleva tiempo calentándose, pero las últimas predicciones de dos ingenieros de Anthropic, la startup de IA de referencia, son de las que te dejan helado.

Sholto Douglas y Trenton Bricken no se andan con rodeos: prevén que la automatización generalizada de los trabajos de oficina podría ocurrir en apenas unos años, y esto, según ellos, no será un camino fácil.

La década "terrible" antes de la "abundancia radical"

Douglas pronostica una "caída en los trabajadores de cuello blanco" (es decir, aquellas ocupaciones que implican principalmente trabajo mental, administrativo o de gestión) en los próximos dos a cinco años, incluso si el progreso actual de la IA se estanca.

Y no es una predicción menor; él mismo afirma que es "una afirmación fuerte que hacer", pero que lo ve "muy probable en dos, y casi inevitable en cinco". La razón es simple: los algoritmos actuales ya son suficientes para automatizar el trabajo de oficina, siempre que se disponga de la cantidad adecuada de datos.

Su colega, Trenton Bricken, respalda esta visión, esperando ver estos empleos automatizados "dentro de los próximos cinco años".

"El futuro realmente aterrador es aquel en el que las IA pueden hacerlo todo excepto las tareas robóticas físicas", aseguró Bricken. " En ese caso, tendrás humanos con AirPods y gafas y habrá algún señor robot controlando al humano a través de cámaras simplemente diciéndole lo que tiene que hacer". "Básicamente, tendrás robots de carne".

https://youtu.be/64lXQP6cs5M

Esta visión no es exclusiva de ellos. Dario Amodei, CEO de Anthropic, ya predijo el mes pasado que la IA podría automatizar hasta el 50% de todos los trabajos de oficina de nivel inicial en los próximos cinco años. Incluso Jensen Huang, CEO de Nvidia, ha señalado que "cada trabajo" se verá afectado por la IA, aunque su visión es más matizada, indicando que es más probable que los trabajadores pierdan sus puestos ante un compañero mejorado con IA que por una automatización pura.

La realidad es que ya estamos viendo los primeros movimientos. Empresas como Shopify y Duolingo están reduciendo la contratación para roles que la IA puede manejar. Además, hay datos que muestran una fuerte caída en las ofertas de empleo para puestos de alta exposición a la IA, como los de IT y análisis de datos. Y aunque algunas compañías han dado marcha atrás en la adopción agresiva de IA por problemas de calidad, la mayoría parecen decididas a usarla para reducir su fuerza laboral.

Este escenario, donde las máquinas se encargan del pensamiento y a los humanos se les deja el trabajo manual, podría conducir a una "década bastante terrible" antes de que las cosas mejoren, según Douglas. Lo imagina como un mundo donde "la gente ha perdido sus trabajos, y aún no se ha logrado una investigación biológica novedosa. Eso significa que la calidad de vida de las personas no mejora drásticamente". Sin embargo, ve la luz al final del túnel: "una década o dos después, el mundo es fantástico. La robótica está resuelta, y se llega a la abundancia radical".