Estafa

Así roban el dinero a los autónomos: hasta 7.000 euros con un sólo mensaje

Los delincuentes suelen actuar los viernes o los sábados para que las víctimas no tengan margen de maniobra

Las tres cosas que tienes que cambiar de WhatsApp
Las tres cosas que tienes que cambiar de WhatsAppPixabayArchivo

La figura del falso revisor de la luz siempre ha existido. Lo que ocurre últimamente es que, con el fin de perfeccionar su técnica, estos delincuentes están optando por nuevas formas de perpetrar sus hazañas. En concreto, utilizan más los medios digitales que tienen a su disposición para seguir estafando a sus víctimas: dueños de bares, fruterías, carnicerías, ultramarinos, restaurantes... que, de repente, reciben una llamada inesperada o un correo electrónico imprevisible. A partir de aquí, comienza toda una retahíla de nervios, mentiras y estrés que harán creerse el engaño al que les están sometiendo.

El modus operandi es sencillo: se ponen en contacto con ellos, les dicen que tienen dos recibos pendientes y que o pagan inmediatamente o les cortan luz. El autónomo, que únicamente quiere mantener su negocio a flote, casi no duda y utiliza los datos que ya les han aportado para realizar dicho ingreso. Para entonces, la estafa ya estará consumada. A todo ello, hay que sumarle el hecho de que los criminales suelen actuar los viernes o los sábados para que las víctimas no tengan margen de maniobra y paguen en cualquier caso.

Hay que tener en cuenta que, normalmente, se trata de bandas my bien estructuradas en la que cada miembro realiza una función determinada: desde el estudio del negocio en concreto hasta la ejecución de la amenaza. De hecho, si con una primera llamada no son capaces de conseguir su objetivo, entonces volverán a intentarlo una segunda vez. De esta forma, en el peor de los casos, han llegado a sustraer hasta 7.000 euros en una sola operación.

Según datos de la Policía Nacional, por el momento, 110 personas de toda España ya la han sufrido. Y la última organización conocida fue desarticulada en marzo de 2020. Ésta recorrió todo el país en busca de nuevos objetivos hasta el cuerpo de seguridad detectó, en Mérida, un hilo del que tirar. Gracias a esta pista, averiguaron que todo el proceso se dirigía desde Parla y Ciempozuelo.

Allí descubrieron que la banda estaba organizada en tres niveles. En el primero, se localizaban los sujetos encargados de comprar los móviles de prepago y de dar de alta los correos electrónicos. Ellos eran los encargados de llamar a las víctimas y hacerse pasar por un operario de la luz. No hay que perder de vista que, por norma general, seleccionaban aquellos negocios que estuvieran viviendo una situación límite para que la presión fuera aún mayor. Por ello, la mayoría accedía a pagar. Así, realizaban el pago a cuentas bancarias controladas por personas que actuaban como mulas. En el segundo escalafón, se situaban los encargados de seleccionar a personas que, a cambio de un pequeño porcentaje económico, pondrían sus cuentas a disposición del grupo para recibir el dinero robado. Y, en el tercer nivel, estaban los encargados de su extracción.

En cualquier caso, resulta importante saber que una compañía eléctrica jamás actuará de esta forma tan discrecional: ni te cortan la luz de un día para otro ni te entregan un número de cuenta para hacer un ingreso inmediato, pues en esos casos tiene que haber una documentación oficial de por medio que pruebe tanto la deuda como el pago.